Miguel Ortuño Ortín
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Las tecnologías cuánticas son unas de las grandes promesas de la ciencia y la técnica actuales. Tratan de aprovechar las leyes de la física cuántica, muy diferentes de lo que solemos llamar sentido común, para construir ordenadores mucho más potentes que los actuales, para enviar información de manera más segura y para desarrollar sensores más potentes. Uno de los resultados más sorprendentes de la física cuántica es que un objeto puede estar simultáneamente en dos lugares distintos. Es difícil convencer a nuestro sentido común de que esto es posible, pero los experimentos así lo han demostrado.
El premio Nobel de Física del año pasado se concedió a Alain Aspect, John Clauser and Anton Zeilinger por haber demostrado el potencial de controlar partículas en estados entrelazados. En ellos, las partículas están simultáneamente en dos estados y las propiedades de una de ellas están determinadas por la situación de la otra partícula. La existencia de estos estados es fundamental para el desarrollo de las tecnologías cuánticas y es clave para los fundamentos de la física cuántica, frente a teorías alternativas como las de variables ocultas. Einstein entendía que la existencia de estados entrelazados violaba la teoría de la relatividad y dedicó grandes esfuerzos a luchar contra esta posibilidad, lo que dio lugar a un extenso debate en la física.
Parecía que la existencia o no de estos estados no podría dilucidarse mediante un experimento hasta que John Bell diseñó una forma de comprobarlo en principio. Clauser mejoró el protocolo de Bell y consiguió realizar el experimento. Encontró que la realidad estaba de acuerdo con la física cuántica. Años después, Aspect mejoró el experimento con una electrónica más rápida que el tiempo de viaje de los fotones asegurando que no había un intercambio de información entre las partículas. Zeilinger optimizó el experimento y aseguró que no había más explicación posible que la de la física cuántica. Este físico austriaco ha contribuido además en el desarrollo de las tecnologías cuánticas y, en especial, de las comunicaciones.
La Academia de Ciencias de la Región de Murcia ha propuesto como Académico de Honor a Darío Gil, quien ha aceptado. Este ingeniero murciano es director de la división de investigación de IBM, una de las instituciones mundiales líderes en tecnologías cuánticas. Señalar, por último, que el Departamento de Física de la Universidad de Murcia está construyendo un laboratorio de estas tecnologías.