La necesidad de los productores de vino de innovar

Para que el sector vitivinícola de la UE mantenga su impacto económico, medioambiental y social beneficioso, así como su posición de líder mundial, debe adaptarse a las nuevas tendencias mundiales. Esto significa adaptarse a los nuevos hábitos de consumo de un público más joven, más digital y concienciado con el medio ambiente. Esto incluye una apuesta por las nuevas tecnologías y los métodos de producción más eficientes y sostenibles.
Sin embargo, esto puede suponer un reto para las pequeñas y medianas bodegas de la UE, ya que siguen dependiendo de los métodos de producción tradicionales. Esto da como resultado eficiencias limitadas (rendimientos, consumo de energía) y productos inconsistentes, lo que les dificulta mantenerse al día con las tendencias cambiantes y, por lo tanto, competir con bodegas más grandes.
Por lo tanto, para seguir siendo competitivos y persistir en el sector vitivinícola, los pequeños y medianos productores de la UE deben reducir los costes de producción y aumentar su nivel de sostenibilidad, mejorando al mismo tiempo la calidad de su vino.