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Rafael García Molina

Catedrático de Física Aplicada de la Universidad de Murcia

Publicaciones

null Premio Nobel de Física 2023 por el Prof. Dr. D. Rafael García Molina

La Real Academia Sueca de Ciencias ha concedido el Premio Nobel de Física 2023 a Pierre Agostini (Francia, 1968), Ferenc Krausz (Hungría, 1962) y Anne L’Huillier (Francia, 1958), por desarrollar métodos experimentales que generan pulsos de luz de attosegundos para el estudio de la dinámica de los electrones en la materia. Las investigaciones de los científicos premiados han permitido obtener pulsos de luz extremadamente breves (del orden de 10-18 s), los cuales pueden utilizarse para medir y, con ello, entender, los procesos rápidos en los que los electrones se mueven o cambian de energía en el interior de átomos y moléculas.

Para que nos hagamos una idea de lo que representa un attosegundo, esta es una unidad de tiempo tan pequeña que un segundo contiene, aproximadamente, tantos attosegundos como segundos han transcurrido desde el origen del universo.

Comprender los mecanismos que gobiernan la conducta electrónica en tan cortos intervalos de tiempo es un gran éxito para entender los fundamentos del funcionamiento la materia y resulta indispensable para desarrollar potenciales aplicaciones en diferentes áreas: electrónica (permitiendo que un material cambie de aislante a conductor muy rápidamente), química (controlando el movimiento electrónico en moléculas se pueden diseñar reacciones químicas) o diagnóstico médico (mediante la detección de evidencias tempranas de enfermedades al identificar cambios moleculares con una gran precisión temporal).

A las aplicaciones anteriores habría que añadir aquellas que seguramente se desarrollarán como resultado de nuevas áreas de investigación (desconocidas en la actualidad), que con toda seguridad surgirán a raíz de los avances en ciencia y tecnología resultantes de los métodos experimentales premiados.

La posibilidad de identificar y gobernar el movimiento de los electrones en la materia, es un paso muy importante para comprender el comportamiento de la misma, que se añade a los logros alcanzados en el control de la estructura atómica de los materiales. La observación de la disposición atómica en los sólidos le valió a William Henry Bragg y William Lawrence Bragg, padre e hijo, respectivamente, el Premio Nobel de Física en 1915 por su determinación de las estructuras cristalinas mediante la difracción de rayos X.  La manipulación de átomos sobre superficies es consecuencia, en parte de su identificación mediante microscopías superficiales que son deudoras del microscopio de efecto túnel, inventado por Gerd Binning y Heinrich Rohrer, por el cual recibieron el Premio Nobel de Física en 1986.

La manipulación controlada de electrones y átomos, que es posible gracias a las investigaciones mencionadas, permite incrementar nuestro conocimiento sobre la naturaleza íntima de la materia y, además, obtener materiales con las propiedades que convienen para diferentes aplicaciones que facilitan el desarrollo de la sociedad actual.