Luis José Alias Linares
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Comienza febrero, el mes más corto del año, aunque en esta ocasión es un poco más largo que de costumbre y tiene 29 días, ya que 2024 es año bisiesto. Pero… ¿por qué y con qué periodicidad ocurre esta anomalía en nuestro calendario? Fue el emperador Julio César quien, en el año 46 a.C., modificó el calendario romano dando origen a nuestro calendario y fijando el año normal en 365 días y el año bisiesto, cada 4 años, en 366 días. Es el conocido como calendario juliano, compuesto por ciclos de 4 años, 3 de los cuales son normales y 1 es bisiesto, aquel que es múltiplo de 4. De esta manera, el cálculo total de días de cada ciclo es de 3×365 + 1×366 = 1.095 + 366 = 1.461 días en los 4 años, por lo que la duración media del año juliano es de 1.461/4 = 365,25 días, es decir, 365 días y 6 horas. Esto supone 11 minutos y 13,92 segundos más que la duración del año solar, que es el tiempo empleado por el Sol en completar su órbita aparente alrededor de la Tierra y que está establecido en 365,2422 días, es decir, 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46,08 segundos.
Esta diferencia entre la duración del año solar y la duración del año juliano, acumulada al cabo de años y siglos, comenzó a provocar ciertos problemas, sobre todo en la determinación de algunas festividades religiosas cuya fecha depende de determinados hitos astronómicos. Por este motivo, en 1582 el papa Gregorio XIII decidió de un plumazo eliminar 10 días del calendario de ese año, pasando del día 4 de octubre al día 15 de octubre, y modificó la distribución de los años bisiestos, estableciendo que los años que fueran múltiplos de 100, y que según el calendario juliano deberían ser bisiestos por ser también múltiplos de 4, no lo serían, excepto si eran múltiplos de 400. De esta manera, el llamado calendario gregoriano, que es el actualmente vigente en nuestra sociedad, está compuesto por ciclos de 400 años, 300+3=303 de los cuales son normales y 100-3=97 son bisiestos. El cálculo total de días de cada ciclo es de 303×365 + 97×366 = 110.595 + 35.502 = 146.097 días en los 400 años, y la duración media del año gregoriano de 146.097/400 = 365,2425 días, es decir, 365 días, 5 horas, 49 minutos y 12 segundos, lo que supone tan sólo 25,92 segundos más que el año solar.