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null Una nueva promesa para curar enfermedades

Le llaman PROMISE (Protein Modification Integrated Search Engine) y, haciendo honor a su nombre (promesa en español), podría convertirse en una herramienta para curar múltiples enfermedades.

¿Cómo se escapan las células cancerígenas de la vigilancia del sistema inmunitario? ¿Por qué las células del sistema inmune atacan a las células sanas provocando enfermedades autoinmunes? ¿Qué proteínas están implicadas en las enfermedades neurodegenerativas? PROMISE podría ayudarnos a contestar estas y muchas otras preguntas.

Uno de los grandes retos de la biomedicina es poder identificar que proteínas están implicadas en cada proceso patológico. Un reto que, aunque parezca fácil, la realidad dentro de las células hace que se complique hasta el infinito y más allá. Así, los aproximadamente 20.000 genes del genoma humano pueden codificar unas 100.000 proteínas (cada gen puede presentarse en cuatro o cinco versiones) y, además, una vez fabricada, cada proteína puede modificarse con hasta 200 marcas o etiquetas químicas diferentes. Si sumamos que cada etiqueta puede unirse a una molécula de proteína en múltiples posiciones, resulta que las combinaciones son ilimitadas.

Hasta ahora, los programas informáticos eran capaces de reconocer la secuencia de aminoácidos de una proteína, pero no eran capaces de reconocer estas modificaciones químicas. Ahora, el grupo de la Profesora Yifat Merbl, del Instituto de Ciencias Weizmann, ha desarrollado PROMISE, una herramienta computacional que puede detectar hasta una docena de diferentes tipos de modificaciones en las proteínas.

Para la primera aplicación de PROMISE, el grupo de la Dra. Merbl se centró en el estudio de las modificaciones químicas de distintos péptidos (antígenos tumorales) en más de 200 muestras de células y tejidos relacionados con el cáncer. Observaron que existía un conjunto de péptidos (unos 12.000) que contenían modificaciones que no habían sido detectadas anteriormente por otras herramientas computacionales. El conocimiento de estos antígenos modificados en las células tumorales podría explicar cómo estas células son capaces de escapar de la acción destructora de los linfocitos T u otras células del sistema inmune y, consecuentemente, diseñar nuevas terapias dirigidas contra estos tumores.

Las posibilidades que nos brinda la herramienta PROMISE son incalculables y van desde el diagnóstico de enfermedades hasta el desarrollo de nuevas terapias. Por ejemplo, conocer las etiquetas químicas que identifican a la proteína beta-amiloide, posibilitaría nuevos desarrollos clínicos para la prevención del Alzheimer. En cualquier caso, sólo el tiempo nos dirá su utilidad, ya que no deberíamos olvidar que lo importante no es lo que se promete sino lo que se cumple.