Pensándolo bien...
Las noticias sobre aspectos no tan positivos de las novedades tecnológicas son constantes. Cuando tercian los intereses económicos, pocas cosas se respetan. No es la primera vez que ocurre. Pero, recientemente, es demasiado recurrente. Valga como ejemplo el titular reciente “los satélites Starlink son un incordio para los científicos: bloquean las observaciones espaciales. Expertos detectaron que los satélites de Elon Musk emitían frecuencias de radio en el rango en el que trabajan radiotelescopios importantes”. Pues mira que bien. La legalidad se ve sobrepasada en demasiado número de casos. Se cumplen cinco años desde que el mundo descubrió que el investigador He Jiankui, desde Schenzen (China), sobrepasó todas las líneas rojas al editar genéticamente, con las herramientas CRISPR, varios embriones humanos y transferirlos a varias mujeres para su gestación. Experimentos similares en embriones de ratones desvelaron que era posible obtener resultados inesperados, no siempre inocuos. Ocurre algo bien explicado, como es la alteración de secuencias genómicas parecidas pero distintas a las conjeturadas y la generación de múltiples variantes alélicas, como consecuencia del corte practicado por la nucleasa Cas9, conocido como mosaicismo genético.
CRISPR, que es un acrónimo de "Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats" ("Repeticiones Palindrómicas Cortas Agrupadas y Regularmente interespaciadas"), es una tecnología que permite editar genes con una precisión sin precedentes. CRISPR ha sido objeto de numerosas investigaciones y aplicaciones, entre las que cabe destacar: el tratamiento de enfermedades genéticas: como la fibrosis quística, la anemia de células falciformes, la enfermedad de Huntington y muchas más; en la agricultura, CRISPR se está usando para modificar genéticamente los cultivos para hacerlos más resistentes a las plagas, aumentar su valor nutricional o mejorar su capacidad para crecer en condiciones climáticas adversas; en biofabricación, ya que las empresas están utilizando CRISPR para programar microorganismos para que produzcan productos químicos útiles, como bioplásticos o biofuel; en investigación biológica, es una herramienta esencial en los laboratorios de biología, que se utiliza para desactivar genes específicos, modificarlos o incluso insertar genes nuevos, lo que permite a los científicos entender mejor la función de estos genes, en el tratamiento del cáncer, se usa en investigaciones para modificar las células inmunitarias del cuerpo para que sean más efectivas en la lucha contra aquél; en la batalla contra el COVID-19, ya que algunos científicos comenzaron a usarlo para desarrollar nuevas formas de detectar el virus; en terapia génica personalizada para tratar enfermedades genéticas, ya que puede ayudar a corregir mutaciones genéticas que causan enfermedades; en investigación de enfermedades para crear modelos animales de enfermedades humanas, lo que puede dar lugar a una mejor comprensión de estas enfermedades y la posibilidad de desarrollar terapias más efectivas; en la edición genética en embriones humanos, hay científicos que están explorando el uso de CRISPR para editar genes en embriones humanos con el objetivo de prevenir enfermedades, aunque esta área es altamente controvertida y está sujeta a regulaciones y debates éticos; en biotecnología y producción farmacéutica, para diseñar organismos que pueden producir medicamentos, lo que puede hacer que la producción de medicamentos sea más eficiente y rentable, para eliminar especies invasoras o vectores de enfermedades, como los mosquitos que propagan la malaria, aunque esto también plantea importantes cuestiones éticas; en la edición del microbioma, editando las comunidades de microorganismos que viven en nuestros cuerpos, lo que podría tener aplicaciones en el tratamiento de una variedad de enfermedades y trastornos.
Estos son solo algunos ejemplos de cómo se está utilizando CRISPR en diversos campos. Sin embargo, la tecnología es muy nueva y todavía estamos en las primeras etapas de comprender su potencial total y sus implicaciones. Las aplicaciones son abrumadoras. Destacan las aplicaciones en biotecnología ambiental, para diseñar microorganismos que puedan consumir y descomponer contaminantes ambientales, lo que podría proporcionar una forma eficaz de limpiar sitios contaminados; en inmunología y vacunas: ya que al entender y poder editar el sistema inmunológico, se podrían diseñar nuevas vacunas o terapias inmunológicas; en regeneración de tejidos y órganos humanos, ya que en teoría, podría usarse para reparar órganos dañados o incluso crear órganos para trasplantes; en extinción de la resistencia a los antibióticos, para diseñar virus que pueden atacar específicamente las bacterias resistentes a los antibióticos; en el área de evolución dirigida, ya que con su concurso, cabe acelerar la evolución para desarrollar nuevas especies o mejorar las existentes para fines específicos; incluso podría conjeturarse el área de aplicación en resurrección de especies extintas, aunque esto plantea numerosas cuestiones éticas y logísticas.
Por último, cabe destacar que mientras CRISPR tiene un gran potencial, también existen importantes preocupaciones y desafíos. La tecnología todavía está en desarrollo y hay muchas preguntas sin respuesta sobre la seguridad y la ética de su uso. También existe el riesgo de que las ediciones genéticas puedan tener consecuencias no deseadas o inesperadas. Por tanto, es vital que la investigación y el desarrollo de CRISPR se realicen de manera responsable, con un cuidadoso escrutinio y regulación. Es importante mencionar que CRISPR es solo una herramienta en el arsenal de la biotecnología y que otras tecnologías de edición genética, como TALEN y ZFN, también están siendo activamente investigadas y utilizadas en una variedad de aplicaciones.
La cuestión que asalta la duda es que, al igual que en las ocasiones citadas al principio, en las que se traspasó el límite razonable y se incurrió en el ignoto espacio del atrevimiento poco fundamentado, es posible que esté ocurriendo cualquier cosa en facetas que no conocemos, pero que por ignorancia no dejan de ser tremendos atrevimientos de consecuencias inesperadas. ¿Cómo saber si se está haciendo algo ilegal con CRISPR? Detectar el uso ilegal de la tecnología CRISPR puede ser un desafío, especialmente considerando que la regulación varía ampliamente de un país a otro. En general, los científicos deben adherirse a las regulaciones y pautas éticas establecidas por sus instituciones y gobiernos y los estudios deben ser aprobados por comités de ética antes de llevarse a cabo. Algunos indicadores que podrían sugerir un uso potencialmente ilegal o no ético de CRISPR son: la falta de revisión de las publicaciones por pares y transparencia, ya que los hallazgos se suelen publicar en revistas científicas de revisión por pares, donde otros expertos en el campo evalúan la calidad y la ética de la investigación y si alguien está llevando a cabo investigaciones con CRISPR sin pasar por este proceso, podría ser una señal de actividad sospechosa; también se evidencia en la violación de las pautas éticas, que los científicos deben seguir al utilizar tecnologías de edición genética como CRISPR. Por ejemplo, el uso de CRISPR en embriones humanos está altamente regulado y, en muchos lugares, completamente prohibido. Si alguien está violando estas pautas, podría indicar que estar realizando actividades ilegales; también hay un detector en la 'cura' de enfermedades complejas sin pruebas sólidas, porque, aunque CRISPR tiene un gran potencial para tratar una variedad de enfermedades, todavía estamos en las primeras etapas de investigación y desarrollo y cualquiera que afirme poder curar enfermedades genéticas complejas con CRISPR, sin pruebas científicas sólidas, podría estar llevando a cabo actividades no éticas o ilegales; también hay un detector en el uso en humanos sin la debida diligencia, ya que cualquier investigación que implique la alteración del ADN humano debe ser aprobada por un comité ético y debe pasar por varias etapas de pruebas antes de ser probada en humanos y si alguien está probando terapias CRISPR en humanos sin pasar por estos pasos, esto es probablemente ilegal. Por supuesto, incluso si se cumplen todos estos criterios, podría ser difícil para un observador externo determinar con certeza si alguien está llevando a cabo actividades ilegales con CRISPR. A menudo requeriría la intervención de las autoridades reguladoras y legales.
Esencialmente, se necesita un sistema de regulación sólido y la cooperación internacional para prevenir y detectar el uso ilegal o no ético de la tecnología CRISPR. Hay que establecer control sobre aspectos como supervisión gubernamental y organismos de regulación, ya que los gobiernos y las organizaciones internacionales de salud tienen un papel crucial en la supervisión y regulación del uso de la tecnología CRISPR. Y ello se tiene que plasmar en cooperación internacional, dada la naturaleza global de la investigación científica, por lo que es importante la cooperación internacional para prevenir y detectar el uso ilegal de CRISPR. Esto podría implicar acuerdos internacionales sobre normas éticas y legales, así como la cooperación en la aplicación de la ley; una formación ética y concienciación, ya que es crucial proporcionar una educación y formación sólida a los investigadores y profesionales en la ética de la edición genética. Esto puede ayudar a prevenir el uso no ético de la tecnología; una participación y vigilancia del público, que pueden desempeñar un papel en la detección del uso ilegal de CRISPR. Los medios de comunicación, las organizaciones sin fines de lucro y los ciudadanos pueden ayudar a vigilar y denunciar la actividad sospechosa; transparencia en la investigación, lo que, como hemos dicho, puede ayudar a detectar cualquier actividad ilegal o no ética.
Sin embargo, la detección del uso ilegal de CRISPR sigue siendo un desafío significativo. La tecnología está avanzando rápidamente y la regulación, a menudo, lucha por mantenerse al día. Aunque existen mecanismos para tratar de prevenir y detectar el uso no ético o ilegal de CRISPR, la eficacia de estos mecanismos depende en gran medida de la cooperación internacional y de la capacidad de los gobiernos y organismos de regulación para supervisar y regular esta tecnología de forma eficaz. Incluso, dada la importancia del tema podría ser conveniente dar un paso más decidido y proceder a auditorías y controles de calidad, pues los laboratorios y centros de investigación deben someterse a auditorías regulares y controles de calidad para asegurar que cumplen con todas las normativas y leyes aplicables; propiciar sanciones y consecuencias legales, que pueden actuar como disuasorios para prevenir el uso ilegal de CRISPR. Por ejemplo, en 2019, un científico en China fue sentenciado a prisión por crear ilegalmente bebés genéticamente modificados; el rastreo de materiales y equipos, utilizados en la edición genética también puede ayudar a identificar y prevenir el uso ilegal. Los proveedores de estos materiales y equipos deben ser responsables de a quién se venden y para qué se utilizan; el registro de investigaciones y experimentos, ya que la existencia de registros y la obligatoriedad de reportar los experimentos y las investigaciones pueden contribuir a un mejor seguimiento y control de las actividades relacionadas con CRISPR; y una política de apertura de datos, que podría facilitar la vigilancia de la investigación de CRISPR, ya que permitiría a los expertos revisar y evaluar la ética y legalidad de los experimentos.
Estas estrategias requieren de un esfuerzo conjunto a nivel global. Es vital que los gobiernos, las instituciones de investigación y los científicos colaboren para asegurar que la edición genética se realice de forma ética y legal. A pesar de las dificultades, es esencial que se sigan estas regulaciones para mantener la integridad de la Ciencia y para proteger a las personas y a la sociedad de posibles abusos. Como con tantas otras cosas, nos vemos sobrepasados por las circunstancias. El viejo refrán de más vale prevenir que curar, está más que nunca de actualidad. En muchos órdenes, llegamos tarde. Y eso sería si llegáramos, que está por ver.
CRISPR, que es un acrónimo de "Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats" ("Repeticiones Palindrómicas Cortas Agrupadas y Regularmente interespaciadas"), es una tecnología que permite editar genes con una precisión sin precedentes. CRISPR ha sido objeto de numerosas investigaciones y aplicaciones, entre las que cabe destacar: el tratamiento de enfermedades genéticas: como la fibrosis quística, la anemia de células falciformes, la enfermedad de Huntington y muchas más; en la agricultura, CRISPR se está usando para modificar genéticamente los cultivos para hacerlos más resistentes a las plagas, aumentar su valor nutricional o mejorar su capacidad para crecer en condiciones climáticas adversas; en biofabricación, ya que las empresas están utilizando CRISPR para programar microorganismos para que produzcan productos químicos útiles, como bioplásticos o biofuel; en investigación biológica, es una herramienta esencial en los laboratorios de biología, que se utiliza para desactivar genes específicos, modificarlos o incluso insertar genes nuevos, lo que permite a los científicos entender mejor la función de estos genes, en el tratamiento del cáncer, se usa en investigaciones para modificar las células inmunitarias del cuerpo para que sean más efectivas en la lucha contra aquél; en la batalla contra el COVID-19, ya que algunos científicos comenzaron a usarlo para desarrollar nuevas formas de detectar el virus; en terapia génica personalizada para tratar enfermedades genéticas, ya que puede ayudar a corregir mutaciones genéticas que causan enfermedades; en investigación de enfermedades para crear modelos animales de enfermedades humanas, lo que puede dar lugar a una mejor comprensión de estas enfermedades y la posibilidad de desarrollar terapias más efectivas; en la edición genética en embriones humanos, hay científicos que están explorando el uso de CRISPR para editar genes en embriones humanos con el objetivo de prevenir enfermedades, aunque esta área es altamente controvertida y está sujeta a regulaciones y debates éticos; en biotecnología y producción farmacéutica, para diseñar organismos que pueden producir medicamentos, lo que puede hacer que la producción de medicamentos sea más eficiente y rentable, para eliminar especies invasoras o vectores de enfermedades, como los mosquitos que propagan la malaria, aunque esto también plantea importantes cuestiones éticas; en la edición del microbioma, editando las comunidades de microorganismos que viven en nuestros cuerpos, lo que podría tener aplicaciones en el tratamiento de una variedad de enfermedades y trastornos.
Estos son solo algunos ejemplos de cómo se está utilizando CRISPR en diversos campos. Sin embargo, la tecnología es muy nueva y todavía estamos en las primeras etapas de comprender su potencial total y sus implicaciones. Las aplicaciones son abrumadoras. Destacan las aplicaciones en biotecnología ambiental, para diseñar microorganismos que puedan consumir y descomponer contaminantes ambientales, lo que podría proporcionar una forma eficaz de limpiar sitios contaminados; en inmunología y vacunas: ya que al entender y poder editar el sistema inmunológico, se podrían diseñar nuevas vacunas o terapias inmunológicas; en regeneración de tejidos y órganos humanos, ya que en teoría, podría usarse para reparar órganos dañados o incluso crear órganos para trasplantes; en extinción de la resistencia a los antibióticos, para diseñar virus que pueden atacar específicamente las bacterias resistentes a los antibióticos; en el área de evolución dirigida, ya que con su concurso, cabe acelerar la evolución para desarrollar nuevas especies o mejorar las existentes para fines específicos; incluso podría conjeturarse el área de aplicación en resurrección de especies extintas, aunque esto plantea numerosas cuestiones éticas y logísticas.
Por último, cabe destacar que mientras CRISPR tiene un gran potencial, también existen importantes preocupaciones y desafíos. La tecnología todavía está en desarrollo y hay muchas preguntas sin respuesta sobre la seguridad y la ética de su uso. También existe el riesgo de que las ediciones genéticas puedan tener consecuencias no deseadas o inesperadas. Por tanto, es vital que la investigación y el desarrollo de CRISPR se realicen de manera responsable, con un cuidadoso escrutinio y regulación. Es importante mencionar que CRISPR es solo una herramienta en el arsenal de la biotecnología y que otras tecnologías de edición genética, como TALEN y ZFN, también están siendo activamente investigadas y utilizadas en una variedad de aplicaciones.
La cuestión que asalta la duda es que, al igual que en las ocasiones citadas al principio, en las que se traspasó el límite razonable y se incurrió en el ignoto espacio del atrevimiento poco fundamentado, es posible que esté ocurriendo cualquier cosa en facetas que no conocemos, pero que por ignorancia no dejan de ser tremendos atrevimientos de consecuencias inesperadas. ¿Cómo saber si se está haciendo algo ilegal con CRISPR? Detectar el uso ilegal de la tecnología CRISPR puede ser un desafío, especialmente considerando que la regulación varía ampliamente de un país a otro. En general, los científicos deben adherirse a las regulaciones y pautas éticas establecidas por sus instituciones y gobiernos y los estudios deben ser aprobados por comités de ética antes de llevarse a cabo. Algunos indicadores que podrían sugerir un uso potencialmente ilegal o no ético de CRISPR son: la falta de revisión de las publicaciones por pares y transparencia, ya que los hallazgos se suelen publicar en revistas científicas de revisión por pares, donde otros expertos en el campo evalúan la calidad y la ética de la investigación y si alguien está llevando a cabo investigaciones con CRISPR sin pasar por este proceso, podría ser una señal de actividad sospechosa; también se evidencia en la violación de las pautas éticas, que los científicos deben seguir al utilizar tecnologías de edición genética como CRISPR. Por ejemplo, el uso de CRISPR en embriones humanos está altamente regulado y, en muchos lugares, completamente prohibido. Si alguien está violando estas pautas, podría indicar que estar realizando actividades ilegales; también hay un detector en la 'cura' de enfermedades complejas sin pruebas sólidas, porque, aunque CRISPR tiene un gran potencial para tratar una variedad de enfermedades, todavía estamos en las primeras etapas de investigación y desarrollo y cualquiera que afirme poder curar enfermedades genéticas complejas con CRISPR, sin pruebas científicas sólidas, podría estar llevando a cabo actividades no éticas o ilegales; también hay un detector en el uso en humanos sin la debida diligencia, ya que cualquier investigación que implique la alteración del ADN humano debe ser aprobada por un comité ético y debe pasar por varias etapas de pruebas antes de ser probada en humanos y si alguien está probando terapias CRISPR en humanos sin pasar por estos pasos, esto es probablemente ilegal. Por supuesto, incluso si se cumplen todos estos criterios, podría ser difícil para un observador externo determinar con certeza si alguien está llevando a cabo actividades ilegales con CRISPR. A menudo requeriría la intervención de las autoridades reguladoras y legales.
Esencialmente, se necesita un sistema de regulación sólido y la cooperación internacional para prevenir y detectar el uso ilegal o no ético de la tecnología CRISPR. Hay que establecer control sobre aspectos como supervisión gubernamental y organismos de regulación, ya que los gobiernos y las organizaciones internacionales de salud tienen un papel crucial en la supervisión y regulación del uso de la tecnología CRISPR. Y ello se tiene que plasmar en cooperación internacional, dada la naturaleza global de la investigación científica, por lo que es importante la cooperación internacional para prevenir y detectar el uso ilegal de CRISPR. Esto podría implicar acuerdos internacionales sobre normas éticas y legales, así como la cooperación en la aplicación de la ley; una formación ética y concienciación, ya que es crucial proporcionar una educación y formación sólida a los investigadores y profesionales en la ética de la edición genética. Esto puede ayudar a prevenir el uso no ético de la tecnología; una participación y vigilancia del público, que pueden desempeñar un papel en la detección del uso ilegal de CRISPR. Los medios de comunicación, las organizaciones sin fines de lucro y los ciudadanos pueden ayudar a vigilar y denunciar la actividad sospechosa; transparencia en la investigación, lo que, como hemos dicho, puede ayudar a detectar cualquier actividad ilegal o no ética.
Sin embargo, la detección del uso ilegal de CRISPR sigue siendo un desafío significativo. La tecnología está avanzando rápidamente y la regulación, a menudo, lucha por mantenerse al día. Aunque existen mecanismos para tratar de prevenir y detectar el uso no ético o ilegal de CRISPR, la eficacia de estos mecanismos depende en gran medida de la cooperación internacional y de la capacidad de los gobiernos y organismos de regulación para supervisar y regular esta tecnología de forma eficaz. Incluso, dada la importancia del tema podría ser conveniente dar un paso más decidido y proceder a auditorías y controles de calidad, pues los laboratorios y centros de investigación deben someterse a auditorías regulares y controles de calidad para asegurar que cumplen con todas las normativas y leyes aplicables; propiciar sanciones y consecuencias legales, que pueden actuar como disuasorios para prevenir el uso ilegal de CRISPR. Por ejemplo, en 2019, un científico en China fue sentenciado a prisión por crear ilegalmente bebés genéticamente modificados; el rastreo de materiales y equipos, utilizados en la edición genética también puede ayudar a identificar y prevenir el uso ilegal. Los proveedores de estos materiales y equipos deben ser responsables de a quién se venden y para qué se utilizan; el registro de investigaciones y experimentos, ya que la existencia de registros y la obligatoriedad de reportar los experimentos y las investigaciones pueden contribuir a un mejor seguimiento y control de las actividades relacionadas con CRISPR; y una política de apertura de datos, que podría facilitar la vigilancia de la investigación de CRISPR, ya que permitiría a los expertos revisar y evaluar la ética y legalidad de los experimentos.
Estas estrategias requieren de un esfuerzo conjunto a nivel global. Es vital que los gobiernos, las instituciones de investigación y los científicos colaboren para asegurar que la edición genética se realice de forma ética y legal. A pesar de las dificultades, es esencial que se sigan estas regulaciones para mantener la integridad de la Ciencia y para proteger a las personas y a la sociedad de posibles abusos. Como con tantas otras cosas, nos vemos sobrepasados por las circunstancias. El viejo refrán de más vale prevenir que curar, está más que nunca de actualidad. En muchos órdenes, llegamos tarde. Y eso sería si llegáramos, que está por ver.
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