Pensándolo bien...
Pitágoras desarrolló una cosmovisión en la que tenían una especial relevancia las consonancias primarias que justificaban el patrón armónico, tanto en los sonidos audibles de un martillo contra una pieza metálica situada sobre un yunque, como en el movimiento de los astros y, finalmente, en todas las cosas. Microcosmos y Macrocosmos estaban íntimamente relacionados. Pitágoras abogaba por una única ley que somete y subordina todas las cosas y esa relación global era la sinfonía del Cosmos. La concepción era de un monocordio cuya única cuerda se extendía desde el cielo a la Tierra, desde el espíritu absoluto, hasta la materia. Armonía universal, proporción divina. La música de las esferas a la que dio crédito, mucho tiempo después, Kepler.
El pasado febrero de 2015 se publicaba en la revista de la American Physical Society el descubrimiento de una nueva clase de estrellas enanas azules variables (estrellas RRc Lyrae) ubicadas en la constelación Lyra (a 16.000 años luz de distancia), que emitían pulsos con un patrón fractal con una frecuencia próxima al número de oro (estrellas áureas). Learned, Ditto y col. estudiaron el comportamiento que describieron como extraño (por fractal) no caótico ( al no ser totalmente al azar, sino a medio camino entre orden y caos). Se llegó a pensar que podía tratarse de una comunicación extraterrestre, pero, finalmente se descartó tal posibilidad. Las RRc Lyrae tienen, al menos 10.000 millones de años y su brillo varía hasta un 200% en solo 12 horas. Es complicado observarlas desde la Tierra y ha sido gracias al telescopio espacial Kepler que se han podido examinar. Uno de los autores, Learned, había postulado la posibilidad de que alguna civilización avanzada podría haber enviado mensajes estimulando ese tipo de estrellas mediante rayos de neutrinos. Sin duda sería un método de comunicación intergaláctica avanzado. Se trataba, por tanto, de balizas estelares que podían emplearse para buscar señales de modulación de fase. En este caso, se trataba de un proceso natural. Como publicaba en 1014 el propio Learned y se trataba de regímenes de largas y cortas duraciones del pulso y la secuencia de longitudes del periodo expresada como serie cronológica de datos, presenta un coeficiente de correlación muy elevado (en torno a 99.8%) de números primos. La singularidad del número primo se originaba a partir de dos periodos de pulsación simultáneos. Así pues, se descartaba que se tratara de señales de vida inteligente, pero se introducía una forma posible de modular las señales de las estrellas.
Ditto fue el que detectó que las frecuencias de la estrella seguían la proporción áurea y constituían sistemas a medio camino entre el orden y el caos, que denominó Atractor extraño no caótico. Un atractor es el conjunto hacia el que evoluciona un sistema tras un tiempo suficientemente largo. La meteorología, los péndulos dobles y, en suma, la mayor parte de los fenómenos naturales disponen de atractores caóticos. En el caso de las estrellas variables áureas como las RRc Lyrae el patrón es de un Atractor o dinámica extraña no caótica, que nunca se había identificado en la Naturaleza. Ciertamente se identificaron otras cinco estrellas pulsantes de este tipo, solo tres de ellas con pulsación áurea. La estrella KIC 5520878 los intervalos eran de 30 minutos durante un periodo de 4 años. Las estrellas variables oscurecen y resplandecen siguiendo varias frecuencias. Dos de ellas, de la estrella KIC 5520878 eran 4.05 y 6.41 horas, lo que proporciona una relación de 1.58 que es muy cercano al número de oro Phi=1.618… Es interesante comprender por qué los sistemas se pueden sentir atraídos por la proporción áurea.
Este descubrimiento de la proporción áurea en las estrellas no solo nos recuerda a Pitágoras. Platón en el diálogo que incluye al filósofo pitagórico, Timeo, explica que el tiempo, el número y el Cosmos fueron creados conjuntamente y es por ello que guardan una relación de simetría y simpatía. Ciertamente flores, hojas de árboles, caparazones de caracol, fractales, espirales de galaxias, así como en diseño gráfico, fotografía y arquitectura por la sensación de orden y equilibrio que transmite, en suma armonía. Otra cosa, es ¿por qué es esto así?
El pasado febrero de 2015 se publicaba en la revista de la American Physical Society el descubrimiento de una nueva clase de estrellas enanas azules variables (estrellas RRc Lyrae) ubicadas en la constelación Lyra (a 16.000 años luz de distancia), que emitían pulsos con un patrón fractal con una frecuencia próxima al número de oro (estrellas áureas). Learned, Ditto y col. estudiaron el comportamiento que describieron como extraño (por fractal) no caótico ( al no ser totalmente al azar, sino a medio camino entre orden y caos). Se llegó a pensar que podía tratarse de una comunicación extraterrestre, pero, finalmente se descartó tal posibilidad. Las RRc Lyrae tienen, al menos 10.000 millones de años y su brillo varía hasta un 200% en solo 12 horas. Es complicado observarlas desde la Tierra y ha sido gracias al telescopio espacial Kepler que se han podido examinar. Uno de los autores, Learned, había postulado la posibilidad de que alguna civilización avanzada podría haber enviado mensajes estimulando ese tipo de estrellas mediante rayos de neutrinos. Sin duda sería un método de comunicación intergaláctica avanzado. Se trataba, por tanto, de balizas estelares que podían emplearse para buscar señales de modulación de fase. En este caso, se trataba de un proceso natural. Como publicaba en 1014 el propio Learned y se trataba de regímenes de largas y cortas duraciones del pulso y la secuencia de longitudes del periodo expresada como serie cronológica de datos, presenta un coeficiente de correlación muy elevado (en torno a 99.8%) de números primos. La singularidad del número primo se originaba a partir de dos periodos de pulsación simultáneos. Así pues, se descartaba que se tratara de señales de vida inteligente, pero se introducía una forma posible de modular las señales de las estrellas.
Ditto fue el que detectó que las frecuencias de la estrella seguían la proporción áurea y constituían sistemas a medio camino entre el orden y el caos, que denominó Atractor extraño no caótico. Un atractor es el conjunto hacia el que evoluciona un sistema tras un tiempo suficientemente largo. La meteorología, los péndulos dobles y, en suma, la mayor parte de los fenómenos naturales disponen de atractores caóticos. En el caso de las estrellas variables áureas como las RRc Lyrae el patrón es de un Atractor o dinámica extraña no caótica, que nunca se había identificado en la Naturaleza. Ciertamente se identificaron otras cinco estrellas pulsantes de este tipo, solo tres de ellas con pulsación áurea. La estrella KIC 5520878 los intervalos eran de 30 minutos durante un periodo de 4 años. Las estrellas variables oscurecen y resplandecen siguiendo varias frecuencias. Dos de ellas, de la estrella KIC 5520878 eran 4.05 y 6.41 horas, lo que proporciona una relación de 1.58 que es muy cercano al número de oro Phi=1.618… Es interesante comprender por qué los sistemas se pueden sentir atraídos por la proporción áurea.
Este descubrimiento de la proporción áurea en las estrellas no solo nos recuerda a Pitágoras. Platón en el diálogo que incluye al filósofo pitagórico, Timeo, explica que el tiempo, el número y el Cosmos fueron creados conjuntamente y es por ello que guardan una relación de simetría y simpatía. Ciertamente flores, hojas de árboles, caparazones de caracol, fractales, espirales de galaxias, así como en diseño gráfico, fotografía y arquitectura por la sensación de orden y equilibrio que transmite, en suma armonía. Otra cosa, es ¿por qué es esto así?
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