Artículos Académicos
Recientemente, los medios de comunicación se hicieron eco de un gran avance científico para retrasar el envejecimiento. El trabajo fue publicado en la prestigiosa revista Cell por investigadores nacionales, liderados por la Dra. Blasco del Centro Nacional del Cáncer (CNIO) en Madrid. Una de las causas del envejecimiento es el acortamiento de los telómeros (los extremos de los cromosomas) con las sucesivas divisiones de las células. Aunque la función de la enzima telomerasa es compensar dicho acortamiento, es incapaz de devolver a los telómeros su estado inicial. Como resultado, los telómeros se van acortando con la edad, las células entran en senescencia, pierden la capacidad de dividirse, se ralentiza la renovación de los tejidos, y los organismos envejecen. Si se lograra aumentar la actividad telomerasa, los telómeros se recuperarían mejor y se retrasaría el envejecimiento. Desgraciadamente, el aumento de telomerasa en las células favorece el desarrollo del cáncer. Lo que han hecho los investigadores españoles ha sido aumentar la telomerasa en ratones que previamente habían sido manipulados genéticamente para incrementar su resistencia al cáncer. De esta forma, han conseguido reducir el acortamiento de los telómeros y alargar la vida de los ratones un 50%, sin rastro de tumores ni de anomalías en el sistema locomotor, tracto gastrointestinal y tejido epitelial. Con todo, los factores que determinan la senescencia no son los mismos para todos los tipos celulares. Por razones poco conocidas, los queratinocitos y otras células humanas entran en senescencia conforme aumenta p16 (una proteína que frena la división celular), y los astrocitos humanos cuando acumulan p53 (una proteína que previene la formación de tumores). Por otro lado, el menor crecimiento y la mayor longevidad de levaduras, moscas y ratones manipulados genéticamente para reducir la respuesta a la insulina, a otros factores de crecimiento o a proteínas relacionadas confirman el beneficio de las dietas hipocalóricas para alargar la vida. Todo indica que los mismos factores que impulsan la división celular y el crecimiento armónico de los organismos debilitan los sistemas de protección contra los peligrosos radicales libres. Las lesiones en el ADN y en otros componentes celulares por estos radicales favorecen el envejecimiento y el desarrollo de enfermedades relacionadas con la edad, incluidas el cáncer, las patologías cardíacas y las de los huesos. Las investigaciones en curso proporcionarán terapias contra el síndrome de envejecimiento precoz en niños y alternativas para prolongar la vida en condiciones saludables.