Pensándolo bien...

null PINTURA PARA ENFRIAMIENTO RADIATIVO

Probablemente, la diferencia entre un profesional y un buen profesional, sea que el primero hace cosas y el segundo las hace bien. Ahora que pintan bastos con estos calores, nos enfrenta con los numerosos errores cometidos en la construcción de edificios, tanto privados como públicos, que no tuvieron en cuenta las condiciones climáticas. Grandes cristaleras que después han traído de la mano el problema de como enfriar o colores oscuros que ahora contribuyen a un mejor y más cuantioso calor que hay que eliminar. Curioso resulta, no obstante, los desatinos cometidos en otras latitudes, como en Las Palmas de Gran Canaria en que la primera ubicación de la Facultad de Informática radicaba en un edificio hecho a imagen y semejanza de la Universidad de Upsala, incluyendo los herrajes para quitar la nieve de las suelas de los zapatos antes de entrar al edificio, que como todo el mundo sabe, es lo más indicado en las Islas Canarias.

Una de las formas más usuales para luchar contra el calor consiste en enfriar las habitaciones y edificios completos mediante el aire denominado acondicionado. Podría pensarse que es la forma más cómoda, pero vinieron los tiempos en los que el coste lo hace inviable y, en todo caso, no necesariamente ha sido nunca lo más saludable. Si echamos un vistazo a la propia Tierra, repararemos que toma sus medidas para modular la radiación que absorbe o rechaza. El albedo es el porcentaje de radiación que refleja una superficie. El valor es en torno a 0.3 en una escala en la que el cero corresponde a un cuerpo negro que absorbe toda la radiación y uno que corresponde a un cuerpo blanco que refleja toda la radiación incidente. Las superficies oscuras tienen un albedo mayor y más brillantes, más que las mates. Un albedo alto enfría el planeta porque la radiación absorbida es mínima. Por el contrario uno bajo calienta el planeta por la razón contraria.

Un vehículo de color oscuro puede alcanzar los 60 grados en uno de estos días calientes. Uno blanco no llega a cuarenta. Se quiera o no la elección del color del automóvil decide la energía que hemos de consumir para tener una temperatura cómoda equivalente. Unos edificios de color blanco contribuirán a que el consumo de energía para enfriarlos artificialmente mediante el aire acondicionado será menos exigente-

Ingenieros de la Universidad de Purdue han creado una pintura más blanca que cualquiera de las conocidas hasta ahora. Su capacidad de enfriamiento es de unos 10 kilovatios para una superficie de unos 90 metros cuadrados, lo que paradójicamente supera buena cantidad de aparatos de aire acondicionado actuales. Los investigadores que lo han creado afirman estar muy cerca del blanco más blanco hasta en un 98.1% de la luz visible, remitiéndola en la región infrarroja. Las versiones comerciales actuales se sitúan entre el 80% y el 90% y estas eficiencias no son suficientes para enfriar la superficie que cubren. La clave radica en una elevada concentración de sulfato bárico que logra esa alta capacidad de reflectancia. Por otro lado, el diferente tamaño de las partículas de bario dispersan la luz de forma diferente, de forma que una combinación de diferentes tamaños de las partículas permite que la pintura disperse más el espectro de la luz incidente, incrementando la reflectancia. Es todo un arte lograr la combinación apropiada de los tamaños a emplear para lograr una buena reflectancia, dado que el tamaño de las partículas también es determinante d la adherencia entre ellas. La medida fe la capacidad de enfriamiento de esta pintura alcanza una diferencia de 10ºC con respecto al entorno, durante la noche y unos 4ºC por debajo de la del entorno a plena luz del día con la máxima intensidad de la luz solar a mediodía.

Se viene trabajando en este tema desde hace mucho tiempo, aunque hasta ahora se había empleado el carbonato cálcico, pero el sulfato bárico presenta ventajas con respeto a aquél, en el comportamiento de los materiales en el exterior y una mejor adaptación a las producciones convencionales de pintura, así como una mejor predisposición a los tamaños de partículas necesario para obtener las superficies de exposición apropiadas.

La aportación supone un respiro para el planeta, de forma natural con una pintura super blanca capaz de mantener fresca una superficie hasta los -7.8ºC. Según los autores la capacidad de reflexión es muy elevada y se irradia en forma infrarroja. Se deriva un efecto aislante, que no implica el consumo de energía y esto es un alivio, en especial en el contexto del cambio climático en el que nos encontramos.

En todo caso, supone un avance considerable en la eficacia de un proceso que la lógica más elemental aconseja la pintura blanca como protección contra las inclemencias climáticas cuyo signo inequívoco en estas latitudes es el calor excesivo. Antes, y ahora, el blanco es el color  preferido, apropiado y “amigo” en nuestra tierra. Lo ha sido siempre, o es que nuestros ancestros pintaban con cal gratuitamente. Ya lo sabían. Nosotros lo hemos olvidado, lamentablemente.