Pensándolo bien...

null METÁFORA Y ANALOGÍA

La metáfora y la analogía son dos figuras literarias que se utilizan para establecer una relación entre dos elementos que no son idénticos. Ambas figuras se basan en la comparación de dos cosas diferentes para resaltar sus similitudes y crear una imagen en la mente del lector o del oyente. La principal diferencia entre la metáfora y la analogía es que la metáfora establece una relación directa entre dos elementos diferentes, mientras que la analogía establece una relación más compleja al comparar dos elementos en múltiples niveles. Por ejemplo, en una metáfora se podría decir que "los ojos son las ventanas del alma", estableciendo una relación directa entre los ojos y las ventanas para ilustrar la importancia de los ojos en la expresión emocional. En cambio, en una analogía se podría comparar el cuerpo humano con una máquina compleja, estableciendo múltiples niveles de relación entre los diferentes sistemas del cuerpo y las diferentes partes de la máquina. En suma, la metáfora es una figura literaria que establece una relación directa entre dos elementos diferentes, mientras que la analogía establece una relación más compleja y detallada a través de la comparación de múltiples niveles de similitud.

Una metáfora que incluye una analogía se suele denominar "metáfora extendida" o "metáfora continuada". En estas metáforas, se establece una analogía y luego se. La metáfora extendida puede ayudar a comprender una idea o concepto complejo al compararlo con algo familiar o más fácil de entender. En realidad, todas las metáforas son formas de analogía, ya que todas implican una comparación implícita entre dos cosas. Sin embargo, las metáforas extendidas van más allá de una simple comparación al continuar desarrollando la analogía.

Las analogías pueden ser una forma poderosa de aprender y entender nuevos conceptos. Las analogías se pueden usar para simplificar y clarificar conceptos complejos al compararlos con algo más simple y familiar. Por lo tanto, es correcto afirmar que "en gran medida comprendemos por analogía". Las analogías pueden ser herramientas muy eficaces para ayudar a entender nuevos conceptos, particularmente cuando esos conceptos son abstractos o complejos. Sin embargo, es importante recordar que las analogías nunca son perfectas y siempre hay limitaciones en cuanto a cuánto se pueden comparar dos cosas.

Unos ejemplos nos permitirán perfilar la referencia:

Metáfora: En biología, una célula se puede comparar con una fábrica. Al igual que una fábrica, una célula tiene distintas áreas especializadas en diferentes funciones, como la producción de energía o la síntesis de proteínas. Esta metáfora ayuda a ilustrar cómo las diferentes partes de una célula trabajan juntas para mantener su funcionamiento y supervivencia.

Analogía: En física, la teoría de la relatividad de Einstein puede ser comparada con un coche en movimiento. Al igual que un coche que se mueve a una velocidad constante, el tiempo y el espacio se distorsionan en la teoría de la relatividad a medida que un objeto se mueve a una velocidad cercana a la velocidad de la luz. Esta analogía ayuda a ilustrar cómo la velocidad y la masa pueden afectar la percepción del tiempo y el espacio

Metáfora: En Química, se puede comparar la estructura de un átomo con un sistema solar y así lo hizo Rhuterford, aunque fuere errónea la propuesta, pero quedó establecida. Al igual que los planetas orbitan alrededor del sol, los electrones giran en órbitas alrededor del núcleo del átomo. Esta metáfora ayuda a ilustrar la estructura y el comportamiento de los átomos, que es esencial para entender la química y la física de la materia.

Analogía: En Biología, la selección natural de Darwin puede ser comparada con una competición deportiva. Al igual que los atletas compiten en diferentes eventos para ser los más aptos, los organismos compiten por los recursos y el éxito reproductivo. Los organismos más adaptados tienen más posibilidades de sobrevivir y reproducirse, lo que les permite transmitir sus rasgos beneficiosos a sus descendientes. Esta analogía ayuda a ilustrar cómo los procesos evolutivos pueden ser comparados con la competición deportiva, lo que facilita la comprensión de la selección natural y la evolución biológica.

Metáfora: En genética, el ADN puede ser comparado con un libro. Cada genoma humano contiene una gran cantidad de información almacenada en sus moléculas de ADN, al igual que un libro contiene una gran cantidad de información en sus páginas. Esta metáfora ayuda a ilustrar cómo el ADN almacena y transmite información genética de generación en generación.

Analogía: En física, la teoría de cuerdas puede ser comparada con una orquesta. Al igual que los instrumentos de una orquesta producen diferentes tonos y notas, las vibraciones de las cuerdas pueden producir diferentes partículas subatómicas. Esta analogía ayuda a ilustrar cómo la teoría de las cuerdas explica la estructura fundamental del universo en términos de vibraciones y frecuencias, y cómo estos conceptos se aplican tanto en la física teórica como en la música.

Metáfora: En neurociencia, el cerebro se puede comparado con un ordenador. Al igual que un ordenador procesa información utilizando circuitos electrónicos, el cerebro humano procesa información utilizando circuitos neuronales. Esta metáfora ayuda a ilustrar cómo el cerebro humano funciona como una red compleja de conexiones y cómo puede procesar información de manera rápida y eficiente.

Analogía: En ecología, un ecosistema se puede comparar con una mesa de banquetes. Al igual que una mesa de banquetes está llena de diferentes alimentos y bebidas que sustentan a los comensales, un ecosistema está lleno de diferentes especies y recursos que sostienen la vida en el área. Esta analogía ayuda a ilustrar cómo los ecosistemas son sistemas complejos de interacciones entre especies y cómo la perturbación de un elemento puede afectar a todo el ecosistema.

Metáfora: En física, el espacio-tiempo se puede comparado con un tejido elástico. Al igual que un tejido elástico se estira y se contrae en respuesta a la fuerza aplicada, el espacio-tiempo se curva y se deforma en presencia de la materia y la energía. Esta metáfora ayuda a ilustrar cómo la gravedad, que es una manifestación de la curvatura del espacio-tiempo, puede afectar el movimiento de los objetos en el universo.

Analogía: En genética, el ADN puede ser comparado con un libro de recetas. Al igual que un libro de recetas contiene instrucciones detalladas para crear un plato, el ADN contiene instrucciones detalladas para crear y mantener un organismo vivo. Esta analogía ayuda a ilustrar cómo el ADN es la base de la herencia y cómo las mutaciones en el ADN pueden dar lugar a diferencias en las características de los organismos.

Metáfora: En informática, un algoritmo puede ser comparado con un mapa que indica el camino a seguir para llegar a un destino. Al igual que un mapa describe los caminos y las direcciones necesarias para llegar a un lugar específico, un algoritmo describe los pasos necesarios para llegar a la solución de un problema informático. Además, al igual que un mapa puede ser interpretado y seguido por cualquier persona con las habilidades necesarias para leerlo, un algoritmo puede ser ejecutado por cualquier dispositivo informático con las capacidades requeridas.

Analogía: En informática, un algoritmo puede ser comparado con una receta de cocina. Al igual que una receta describe los pasos necesarios para preparar un plato, un algoritmo describe los pasos necesarios para resolver un problema informático. Además, al igual que una receta puede ser seguida por cualquier persona con las habilidades y los ingredientes necesarios, un algoritmo puede ser ejecutado por cualquier dispositivo informático con las capacidades requeridas.

En Ciencia se recurre a la metáfora y a la analogía casi de forma permanente, dado que la especialización requiere una aproximación en cualquier comunicación científica de entidad, incluso para los que trabajan en cuestiones similares. Pero no siempre se ha acertado en la simplificación que, en todo caso, implica el uso de la metáfora o la analogía. Ha habido muchos desaciertos. Algunos los incluimos a continuación

En la década de 1950, el sociólogo británico C. P. Snow comparó la ciencia y las humanidades como "Dos culturas" separadas y distintas, lo que sugiere que no había manera de unir ambas disciplinas. Esta analogía ha sido criticada por ser demasiado simplista y limitante, y por perpetuar la división entre las disciplinas.

La analogía de la evolución como "la escalera de la vida" ha sido criticada por sugerir una dirección lineal en la evolución y por ignorar la complejidad de los procesos evolutivos.

La metáfora de la célula como una "fábrica" ha sido criticada por reducir la complejidad de la célula a una simple analogía industrial y por no tener en cuenta los procesos bioquímicos y dinámicos en el interior de la célula.

La analogía de la mente como un ordenador ha sido criticada por simplificar en exceso la complejidad de la cognición y por no tener en cuenta la influencia del cuerpo y del entorno en la mente.

La metáfora de la genética como "el libro de la vida" ha sido criticada por sugerir que el ADN contiene toda la información necesaria para determinar todas las características biológicas de una persona, lo cual no es cierto.

Estos son solo algunos ejemplos de metáforas y analogías que se han utilizado en ciencia y que han sido criticados por su falta de precisión o por simplificar en exceso conceptos complejos. Es importante tener cuidado al usar estas figuras retóricas en la ciencia y asegurarse de que sean apropiadas y precisas.

La metáfora del "relojero divino" se utilizó para explicar la complejidad y el diseño del universo en la época de Isaac Newton. Esta metáfora sugiere que el universo fue creado por un diseñador inteligente, lo cual puede ser no compatible con la teoría de la evolución y otras teorías científicas.

La analogía del calentamiento global como "el efecto invernadero" ha sido criticada por no reflejar completamente la complejidad del proceso. Esta analogía sugiere que el aumento de la temperatura se debe simplemente a una acumulación de gases en la atmósfera, cuando en realidad el proceso puede ser mucho más complejo.

La metáfora de la "cadena alimentaria" ha sido criticada por simplificar demasiado la complejidad de los ecosistemas y por no tener en cuenta la interconexión y las relaciones complejas entre las especies.

La metáfora de la célula como "una máquina de proteínas" ha sido criticada por no tener en cuenta la complejidad de las interacciones moleculares dentro de la célula y por reducir la célula a un sistema mecánico.

La analogía del cerebro como "un ordenador" ha sido criticada por reducir la complejidad de la mente y del cerebro a un modelo informático, lo cual puede ser engañoso y limitante.

Ha habido, también, pésimas analogías que llevaron a fracasos reconocidos  en ciencia.

Una analogía desafortunada en la historia de la ciencia que llevó a un fracaso rotundo fue la teoría del flogisto. En la química del siglo XVIII, se creía que todas las sustancias combustibles contenían una sustancia llamada flogisto, que se liberaba durante la combustión. Esta teoría se basó en la analogía con el aire, que se creía que contenía una sustancia llamada "éter inflamable" que se liberaba durante la combustión.

La teoría del flogisto se mantuvo durante décadas, incluso cuando se presentaron evidencias que la contradecían. Fue finalmente reemplazada por la teoría de la combustión y la oxidación, propuesta por Antoine Lavoisier, que demostró que el oxígeno es un componente esencial en la combustión y que las sustancias combustibles pierden peso durante la combustión porque están reaccionando con el oxígeno.

Esta analogía desafortunada llevó a la química por un camino equivocado durante mucho tiempo, retrasando el avance de la ciencia en este campo.

Otro ejemplo de una analogía desafortunada en la ciencia es la analogía de la teoría del gen egoísta propuesta por Richard Dawkins en su libro del mismo nombre. En esta teoría, Dawkins describe los genes como "egoístas", argumentando que su único propósito es replicarse y perpetuarse, y que los organismos son simplemente vehículos para este propósito.

Aunque esta analogía ha sido útil en algunos casos para entender ciertos procesos evolutivos, ha sido criticada por simplificar en exceso la complejidad de la biología y reducir los organismos vivos a meros robots dirigidos por los genes. Además, algunos han argumentado que esta analogía fomenta una visión reduccionista y determinista de la vida, negando la capacidad de los organismos para evolucionar y adaptarse de manera autónoma.

Otra analogía desafortunada en la ciencia fue la de la "bomba de tiempo" para describir la posibilidad de que el reactor nuclear de Chernóbil explotara, antes del desastre nuclear en 1986. Los ingenieros soviéticos habían utilizado esta analogía para describir cómo la acumulación de vapor podría causar una explosión en el reactor, pero esta comparación resultó ser inapropiada. La explosión en el reactor de Chernóbil fue el resultado de una combinación de errores humanos y fallos en el diseño del reactor, y no una bomba de tiempo que explotó por sí sola. La analogía de la bomba de tiempo no solo fue inexacta, sino que también puede haber contribuido a la falta de comprensión de los riesgos reales del reactor por parte de los ingenieros y autoridades soviéticas.

Otro ejemplo de una analogía desafortunada en la Ciencia, a la que ya hemos hecho referencia, fue la comparación de la estructura del átomo con un sistema solar, en la que los electrones orbitan alrededor del núcleo, similar a como los planetas orbitan alrededor del sol. Esta analogía, aunque ampliamente utilizada en la enseñanza de la química y la física, es inexacta en muchos aspectos. En realidad, los electrones no orbitan en una trayectoria circular alrededor del núcleo como lo hacen los planetas alrededor del sol. En su lugar, se mueven en una nube de probabilidad, lo que significa que su ubicación precisa en cualquier momento es desconocida. Además, la analogía del sistema solar sugiere que los electrones tienen un movimiento constante alrededor del núcleo, lo cual no es cierto. Otro problema con esta analogía es que sugiere que los electrones se mantienen en su lugar debido a la atracción gravitatoria, lo cual es incorrecto. En realidad, la atracción que mantiene a los electrones cerca del núcleo es la fuerza electromagnética. Aunque la analogía del sistema solar es útil para explicar la idea básica de la estructura atómica, su imprecisión puede llevar a una comprensión errónea de los conceptos científicos. Es importante que los educadores y los divulgadores de la ciencia utilicen analogías que sean precisas y apropiadas para el tema que están tratando de explicar.

En resumen, aunque las analogías pueden ser útiles para comprender conceptos complejos en Ciencia, también pueden llevar a ideas erróneas y teorías desafortunadas si se basan en comparaciones superficiales o inadecuadas. Es importante tener cuidado al utilizar analogías en la Ciencia y asegurarse de que estén respaldadas por evidencia empírica y rigurosidad científica.  Aunque las analogías pueden ser herramientas útiles para entender conceptos complejos en la Ciencia, es importante tener en cuenta sus limitaciones y evitar reducir la complejidad de los sistemas biológicos y sociales a simplificaciones inapropiadas.