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Las ricketsias son bacterias parásitas que suelen crecer dentro de células originando enfermedades infecciosas graves, como el tifus. A este grupo pertenece también una curiosa bacteria, llamada Wolbachia, sin acción sobre el hombre pero cuya presencia en insectos y otros invertebrados puede conducir a la feminización de las poblaciones por inducir la conversión de machos en hembras. Es decir, se trata de una bacteria que favorece la desigualdad de géneros con clara desventaja en este caso para los machos. La igualdad de géneros es un objetivo actual de la civilización humana, pero la naturaleza parece empeñarse a veces en lo contrario.
Para entender la situación hay que considerar que entre las avispas es frecuente la partenogénesis, es decir, el desarrollo de huevos sin fecundar. Los machos se producen normalmente por partenogénesis, y por tanto sus células contienen solamente un juego de cromosomas a partir de huevos no fertilizados. Por el contrario, las hembras surgen de huevos fecundados que contienen dos juegos de cromosomas. Cuando Wolbachia coloniza hembras, la bacteria se transmite verticalmente a su descendencia por los huevos infectados. Sin embargo, estos huevos no fertilizados e infectados con Wolbachia dan lugar a hembras diploides en vez de a machos haploides porque la bacteria induce por sí misma la replicación de los cromosomas del óvulo hospedador originando así hembras partenogenéticas. Como sería de esperar, este proceso se evita suministrando a las avispas infectadas antibióticos que eliminan Wolbachia. En otros insectos, la bacteria daña las glándulas productoras de hormonas masculinas favoreciendo el predominio de hembras o bien la infección mata directamente a los machos pero no a las hembras. En concreto, la infección artificial de mosquitos puede controlar los vectores responsables de la transmisión de importantes enfermedades epidémicas.
Además de influenciar los ciclos reproductivos en insectos, Wolbachia tiene efectos contrarios en otros invertebrados y facilita la supervivencia de especies que se benefician de su presencia por mecanismos desconocidos. Así, el agente causante de la elefantiasis es un nematodo que contiene Wolbachia intracelularmente. El tratamiento de esta enfermedad con antibióticos antibacterianos elimina la enfermedad porque destruye Wolbachia y, en consecuencia, también al nematodo, que requiere estar infectado para ser patógeno. Es decir, la bacteria es necesaria para la vida del nematodo, y su eliminación produce la muerte de éste y la curación de la enfermedad. El estudio de esta bacteria puede revelar múltiples aplicaciones potenciales.