Pensándolo bien...
Sospecho que el tiempo está pasando. La reflexión sobre la inexistencia del tiempo, se sigue con detalle, pero no evita que el tiempo biológico actúe con una flecha de obligado cumplimiento que se deja sentir. Hay muchos signos que nos lo evidencia. Los que, como los de mi generación, asistieron al nacimiento de la hoy denominada informática, asisten desde la perplejidad a sucesos como los que acaban de darse en que un ordenador bien conocido por nosotros alcanza, por histórico, un precio millonario.
La historia de la informática es un tanto truculenta. Hundiendo sus raíces en los siglos XVII, XVIII y XIX aparece en la versión electrónica a mediados del siglo pasado. Nunca nada es tan nievo como nos parece. Lo mas conocido de este dispositivo que se convierte en herramienta, de la mano de concepciones que valoran su aportación intangible, como valoró Turing, y se materializan, gracias a los dispositivos electrónicos que avanzan sin parar, en la segunda mitad del siglo XX. La electrónica es determinante e impulsora de los avances. La idea de programa almacenable y modificable superó las dificultades que tanto Pascal en los inicios, como después Babagge, encontraron para construir una máquina analítica
En las navidades de 1974 y basado en el microprocesador 8800 de Intel, diseñado para manejo de las pantallas de radar, de los que había gran cantidad de stock y se intentó dar salida, poniendo en el mercado un kit para montarlo en casa, como si fuera el famoso LEGO. Fue la chispa que encendió la mecha del ordenador personal durante los años siguientes. El BUS se convirtió en un estándar, S-100, y el lenguaje de programación fue el que desarrolló Bill Gates y Paul Alien, denominado Altair BASIC, tras lo que fundaron Microsoft, con algún affaire que otro, con los que abrirían el mercado definitivamente, poniendo en pie Apple.
Hoy es legendario el Apple I que Jobs y Wozniak montaran en el famoso garaje familiar. Era una máquina funcional, sin carcasa que la adornara, que vio la luz en 1976. Se fabricaron solamente 200 y hoy quedan muy pocos. Enseguida se dio paso al Apple II que ya es muy conocido. Incluso no superado por el Apple IIC ni el III, que quiso ser comercial y ya se sumió en la marea de marcas y versiones que lo taparon. En estos momentos, una unidad de Apple I, restaurada y firmada por Wozniak podría alcanzar la cifra de medio millón de dólares en la subasta que próximamente se va a realizar. La verdad es que es una joya y una porción de historia de la computación. ¿Dónde podría darse un evento de una subasta de este nivel? Si, piensan bien, en Dubai. Tienen el dinero por castigo, que diría el genuino. Puede ser una de las ultimas unidades que salió en torno a 1977 del garaje mas famoso del mundo, como fue el de Steve Jobs en la leyenda mas increíble de los tiempos modernos.
La placa base de Apple salía completamente ensamblada, a diferencia de los Altair, anteriormente referidos. Otros lo imitaron como Spectra Video, Sinclair o Commodore, pongamos por caso. Y finalmente, a principios de los 80, IBM, que había despreciado la aportación de los ordenadores personales, tuvo que claudicar y de forma acelerada incorporarse a un mercado que veía casi perdido, adquiriendo una fábrica norteamericana de ordenadores, CORONA, y sacando al mercado, con la “violencia” empresarial que le caracteriza, el que daría nombre propio al ordenador personal, el PC.
Al parecer, la subasta es muy atractiva, por cuanto se incluye un monitor Sanyo, un casete Panasonic, una réplica de la interfase Apple I, un teclado Cherry y algo que solo los muy cuidadosos guardan, como es el manual del operador. Un adorno adicional es una revista de la época, con un par de artículos firmados por el propio Steve Jobs.
En cuanto a la evolución del valor del dispositivo es todo un poema, por cuanto el Apple I costó en torno a 666 $ y solamente se vendieron 175 unidades, al ser sustituido rápidamente por el Apple II, que salió a un precio inferior, en torno a 475 $ (en España superó ampliamente las 100.000 pesetas). Han pasado casi 50 años y el precio de salida en la subasta de eBay, se sitúa en torno a 100.000 $, aunque parece que consta que se han pagado mas de medio millón de dólares, por otras unidades similares. Una auténtica fortuna mascullada simplemente esperando que pase el tiempo. Extraordinario. Se trata de una leyenda, que encierra una etapa histórica de la computación que rompió el techo místico de una informática de bata blanca e inaccesible, pasando a situarse al alcance de todo el mundo. Al ser un dispositivo completamente abierto, muy distinto de lo que sus sucesores en la marca exhiben hoy día, todo el mundo aportó algo. Así creció la leyenda, ya que la computación se hizo asequible y el mundo del control automático emergió con fuerza inusitada. Desde la industria hasta la educación fueron objeto de atención. Ahora se reconoce su importancia. No se trataba, ni se trata, de un reducto de la matemática, ni mucho menos, sino al alcance de que cualquier problema pudiera encontrar solución. Y así lo es hoy. Todo problema resoluble en un número de etapas o pasos finito, es susceptible de ser resuelto mediante tratamiento computacional, sea numérico o textual, de cálculo o idiomático. No en vano, Turing lo bendijo con la capacidad de emular a cualquier otro sistema que se pueda formular.
Esa misma casa, que antaño hacia las delicias de propios y extraños, con 4K de RAM, 256 K de ROM, gráficos de 40x24 y una CPU 6502 a una velocidad de 1.023 MHz, ahora presenta un chip, M2, poderoso, destinado a propiciar una nueva generación más rápida, hasta un 18% con un 50% mas de ancho en la banda de memoria, que el predecesor M1, con hasta 24 GB de RAM total y un rendimiento gráfico que supera en un 35% al M1.
Ciertamente, el avance en la tecnología es constante. Pudiera parecer que, en casos, supera el límite de lo razonable y que no harían falta mas y mejores prestaciones que las que ya se tienen, pero no es así, por cuanto las prestaciones nuevas, permiten abordar alguno de los problemas que todavía permanecen sin poderse abordar. No hay límite previsible en el avance de la tecnología. Del mismo modo que no hay límite para plantearse nuevos problemas, que ahora se pueden resolver en un tiempo razonable. El desarrollo es así, el progreso se da cuando, además, todos pueden participar de los avances. Entonces deviene la innovación. Y, con el tiempo, la transformación en leyenda.
La historia de la informática es un tanto truculenta. Hundiendo sus raíces en los siglos XVII, XVIII y XIX aparece en la versión electrónica a mediados del siglo pasado. Nunca nada es tan nievo como nos parece. Lo mas conocido de este dispositivo que se convierte en herramienta, de la mano de concepciones que valoran su aportación intangible, como valoró Turing, y se materializan, gracias a los dispositivos electrónicos que avanzan sin parar, en la segunda mitad del siglo XX. La electrónica es determinante e impulsora de los avances. La idea de programa almacenable y modificable superó las dificultades que tanto Pascal en los inicios, como después Babagge, encontraron para construir una máquina analítica
En las navidades de 1974 y basado en el microprocesador 8800 de Intel, diseñado para manejo de las pantallas de radar, de los que había gran cantidad de stock y se intentó dar salida, poniendo en el mercado un kit para montarlo en casa, como si fuera el famoso LEGO. Fue la chispa que encendió la mecha del ordenador personal durante los años siguientes. El BUS se convirtió en un estándar, S-100, y el lenguaje de programación fue el que desarrolló Bill Gates y Paul Alien, denominado Altair BASIC, tras lo que fundaron Microsoft, con algún affaire que otro, con los que abrirían el mercado definitivamente, poniendo en pie Apple.
Hoy es legendario el Apple I que Jobs y Wozniak montaran en el famoso garaje familiar. Era una máquina funcional, sin carcasa que la adornara, que vio la luz en 1976. Se fabricaron solamente 200 y hoy quedan muy pocos. Enseguida se dio paso al Apple II que ya es muy conocido. Incluso no superado por el Apple IIC ni el III, que quiso ser comercial y ya se sumió en la marea de marcas y versiones que lo taparon. En estos momentos, una unidad de Apple I, restaurada y firmada por Wozniak podría alcanzar la cifra de medio millón de dólares en la subasta que próximamente se va a realizar. La verdad es que es una joya y una porción de historia de la computación. ¿Dónde podría darse un evento de una subasta de este nivel? Si, piensan bien, en Dubai. Tienen el dinero por castigo, que diría el genuino. Puede ser una de las ultimas unidades que salió en torno a 1977 del garaje mas famoso del mundo, como fue el de Steve Jobs en la leyenda mas increíble de los tiempos modernos.
La placa base de Apple salía completamente ensamblada, a diferencia de los Altair, anteriormente referidos. Otros lo imitaron como Spectra Video, Sinclair o Commodore, pongamos por caso. Y finalmente, a principios de los 80, IBM, que había despreciado la aportación de los ordenadores personales, tuvo que claudicar y de forma acelerada incorporarse a un mercado que veía casi perdido, adquiriendo una fábrica norteamericana de ordenadores, CORONA, y sacando al mercado, con la “violencia” empresarial que le caracteriza, el que daría nombre propio al ordenador personal, el PC.
Al parecer, la subasta es muy atractiva, por cuanto se incluye un monitor Sanyo, un casete Panasonic, una réplica de la interfase Apple I, un teclado Cherry y algo que solo los muy cuidadosos guardan, como es el manual del operador. Un adorno adicional es una revista de la época, con un par de artículos firmados por el propio Steve Jobs.
En cuanto a la evolución del valor del dispositivo es todo un poema, por cuanto el Apple I costó en torno a 666 $ y solamente se vendieron 175 unidades, al ser sustituido rápidamente por el Apple II, que salió a un precio inferior, en torno a 475 $ (en España superó ampliamente las 100.000 pesetas). Han pasado casi 50 años y el precio de salida en la subasta de eBay, se sitúa en torno a 100.000 $, aunque parece que consta que se han pagado mas de medio millón de dólares, por otras unidades similares. Una auténtica fortuna mascullada simplemente esperando que pase el tiempo. Extraordinario. Se trata de una leyenda, que encierra una etapa histórica de la computación que rompió el techo místico de una informática de bata blanca e inaccesible, pasando a situarse al alcance de todo el mundo. Al ser un dispositivo completamente abierto, muy distinto de lo que sus sucesores en la marca exhiben hoy día, todo el mundo aportó algo. Así creció la leyenda, ya que la computación se hizo asequible y el mundo del control automático emergió con fuerza inusitada. Desde la industria hasta la educación fueron objeto de atención. Ahora se reconoce su importancia. No se trataba, ni se trata, de un reducto de la matemática, ni mucho menos, sino al alcance de que cualquier problema pudiera encontrar solución. Y así lo es hoy. Todo problema resoluble en un número de etapas o pasos finito, es susceptible de ser resuelto mediante tratamiento computacional, sea numérico o textual, de cálculo o idiomático. No en vano, Turing lo bendijo con la capacidad de emular a cualquier otro sistema que se pueda formular.
Esa misma casa, que antaño hacia las delicias de propios y extraños, con 4K de RAM, 256 K de ROM, gráficos de 40x24 y una CPU 6502 a una velocidad de 1.023 MHz, ahora presenta un chip, M2, poderoso, destinado a propiciar una nueva generación más rápida, hasta un 18% con un 50% mas de ancho en la banda de memoria, que el predecesor M1, con hasta 24 GB de RAM total y un rendimiento gráfico que supera en un 35% al M1.
Ciertamente, el avance en la tecnología es constante. Pudiera parecer que, en casos, supera el límite de lo razonable y que no harían falta mas y mejores prestaciones que las que ya se tienen, pero no es así, por cuanto las prestaciones nuevas, permiten abordar alguno de los problemas que todavía permanecen sin poderse abordar. No hay límite previsible en el avance de la tecnología. Del mismo modo que no hay límite para plantearse nuevos problemas, que ahora se pueden resolver en un tiempo razonable. El desarrollo es así, el progreso se da cuando, además, todos pueden participar de los avances. Entonces deviene la innovación. Y, con el tiempo, la transformación en leyenda.
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