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null La luz nos salvará

La única fuente de energía auténticamente sostenible en nuestro planeta es la luz proveniente del Sol. Se ha calculado que en tan solo una hora llega a la superficie de la Tierra en esta forma el equivalente a la energía que consumimos en todo un año. En la actualidad numerosos investigadores profundizan en los conceptos teóricos y mecanismos apropiados para aprovechar esa energía con el objetivo de disminuir nuestra dependencia de los combustibles fósiles. La conversión directa de la radiación solar en energía eléctrica es ya una realidad y cada vez vemos instalados más dispositivos de esta índole a nivel doméstico y comercial.

Pero hay que observar que los paneles solares producen energía eléctrica en el momento en el que son irradiados, y la fracción que no se utiliza es de difícil y poco eficiente almacenamiento. Sin embargo, existe otra vía para aprovechar esa ingente cantidad de energía proporcionada por nuestra estrella.  Esta posibilidad, también real en muchos aspectos, es el empleo de reacciones fotoquímicas para recoger la energía solar en forma de un producto químico que se pueda almacenar y transportar con facilidad para ser empleado justo en el lugar e instante en el que se necesite. Esto es lo que se ha venido en llamar combustibles solares.

En 1912 un notable químico italiano, Giacomo Ciamician, considerado por muchos como el padre de la fotoquímica, predijo que se conseguiría la conversión directa de la luz solar en energía almacenada en forma de compuestos químicos que se emplearían como alternativa a los combustibles fósiles. Ciamician ya alertaba sobre la inconsciencia que significa el despilfarro de la energía que la naturaleza había tardado milenios en acumular en forma de combustibles que no son reemplazables y que antes o después se agotarían. Este apasionado investigador químico indicaba que lo que debería hacerse es imitar a la naturaleza, que emplea la luz solar como fuente de energía para las plantas, auténticas fábricas de productos químicos.

Parece razonable pensar que con los conocimientos e instrumentación actuales ha de ser posible esta especie de fotosíntesis artificial. La obtención a gran escala de combustibles solares a partir de productos abundantes y relativamente sencillos como el agua, resolvería dos grandes problemas de la sociedad actual, la energía y el impacto sobre el ambiente que los combustibles fósiles originan. El cumplimiento de la visión profética de Ciamician está ya más cercano. La luz nos salvará.