Columnas

null La importancia y el reconocimiento de la investigación básica

En mi primera columna como Académica de Número de la Academia de Ciencias de la Región de Murcia quiero reivindicar la necesidad del reconocimiento científico y social de la investigación básica.

Hace unas semanas conocimos que el premio Nobel de Química 2020 ha sido entregado a dos investigadoras, las doctoras Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna, por el desarrollo de un método para la edición del genoma basado en la técnica CRISPR/Cas, que permite cortar el ADN en una posición concreta. Esta nueva metodología abre nuevos horizontes en la curación de numerosas enfermedades, principalmente las que tienen un componente genético.

Era cuestión de tiempo que la tecnología CRISPR/Cas fuese galardonada con el Premio Nobel, la duda era si se favorecería la investigación básica (su descubrimiento) o el desarrollo de esta tecnología (su aplicación). En numerosas ocasiones hemos oído decir a Margarita Salas Falgueras que la ciencia si es buena, antes o después será aplicada, y la tecnología CRISPR/Cas es un claro ejemplo de ello. Como científicos que valoramos la investigación básica como el motor esencial de la generación del conocimiento, nos ha faltado que en ese galardón se hubiese incluido al español Francisco Juan Martínez Mojica, Profesor de la Universidad de Alicante, y pionero en la caracterización de los sistemas CRISPR/Cas. Como murcianos nos habríamos alegrado enormemente ya que el profesor Martínez Mojica estudió sus primeros años de la Licenciatura en Ciencias Biológicas en la Universidad de Murcia y es uno de los Doctores Honoris Causa de esta Universidad (el acto de investidura tuvo lugar el 13 de noviembre de 2019).

Martínez Mojica ha recibido numerosos premios por sus investigaciones. Destacaremos el Albany Medical Center Prize en 2017. Se trata del premio más prestigioso en Estados Unidos en medicina e investigación médica y que fue compartido con otros cuatro investigadores destacados por su investigación en los sistemas CRISPR/Cas. Dos de esos galardonados fueron las recientes ganadoras del premio Nobel, las Dras. Charpentier y Doudna. Curiosamente, el Premio Princesa de Asturias de 2015 en Investigación Científica y Técnica fue entregado a estas dos investigadoras y no incluyó tampoco al Dr. Martínez Mojica. Tal vez esta fue la premonición de lo ahora ocurrido.

Necesitamos hacer investigación básica de calidad y necesitamos que sea financiada y reconocida. Desde ahora, tratar de convencerles de estas necesidades va a ser una de mis ocupaciones desde la Academia.