Columnas
El auge de internet como herramienta para acceder a la información, combinado con el crecimiento de una conciencia ciudadana que demanda transparencia y participación, ha generado un cambio significativo en la forma en que se concibe la ciencia. Este cambio hizo aparecer lo que se conoce como ciencia ciudadana. Se promueven políticas europeas y nacionales para acercar la ciencia a los ciudadanos, pero no solo a través de la divulgación y la transferencia, sino de una manera mucho más activa, que es involucrándolos directamente en los procesos de investigación. La Comisión Europea la define como la participación del público en actividades científicas, aportando su esfuerzo intelectual, conocimiento local y recursos propios. Su enfoque es innovador ya que enriquece el conocimiento científico gracias a que puede tener un alcance masivo y fortalece los lazos entre la sociedad y las áreas conocidas como STEM (que son la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), aumentando así su aprecio y fomentando la idea de que la ciencia es de todos y para todos.
La ciencia ciudadana se basa en la recopilación altruista de datos por parte de individuos, utilizando simplemente su teléfono y aplicaciones móviles. Los ciudadanos contribuyen a ello con su esfuerzo intelectual, el conocimiento local, o con recursos y herramientas propios. Con todos estos datos se sigue el método científico, ya que se analizan de manera rigurosa, siendo validados y después volcados y compartidos en plataformas de libre acceso. La colaboración con la ciudadanía, autoridades locales, y el sector privado en el diseño de proyectos de investigación aumenta su potencial y eficacia.
Para los científicos, la ciencia ciudadana permite recopilar datos en áreas inaccesibles o demasiado extensas, de manera rápida y eficiente, lo que conlleva una comprensión del entorno más completa y profunda. Para los ciudadanos, representa una oportunidad para contribuir a la investigación científica e incluso, aportar ideas creativas. Ejemplos de estos proyectos son la monitorización de especies animales (abejas, murciélagos, animales en peligro de extinción, especies invasoras, etc.,), la evaluación de la contaminación (por ejemplo, de ruido u odorífera) o datos sobre basura marina (tales como redes y otros aperos de pesca abandonados). Plataformas como EU-Citizen.Science facilitan la participación en proyectos de ciencia ciudadana. A pesar de los esfuerzos del gobierno español por promover la ciencia ciudadana como un medio para democratizar el conocimiento y popularizar la investigación científica, aún queda trabajo por hacer. Aunque se haya establecido un grupo motor en marzo de 2022, es evidente que sigue siendo una asignatura pendiente en el panorama científico español.