Columnas
Columna de la Academia publicada en el diario La Verdad el 29 de junio de 2019.
La Academia de Ciencias se creó el 15 de junio de 2001, mediante el Decreto Nº 52/2001 del Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia. En el propio decreto se reconoce que “La iniciativa ha suscitado un enorme interés por lo que pueda suponer de avance, desarrollo y divulgación de las Ciencias, especialmente en el ámbito territorial de esta Región, así como para acercar al ciudadano y hacerle partícipe de los avances científicos y técnicos”. Los fines de la Academia, como dicta el Artículo 1 de sus Estatutos, son el cultivo, fomento y difusión de las cinco ramas que la Ciencia abarca, a saber, Biología, Física, Geología, Matemáticas y Química, y sus aplicaciones, especialmente en el ámbito de la Región de Murcia.
La Academia, consciente de la avidez de la sociedad murciana por el progreso científico y tecnológico y en busca del cumplimiento de sus objetivos, comenzó organizando la primera Fiesta con la Ciencia y la Tecnología, los días 1 y 2 de diciembre de 2001, que con un rotundo éxito se celebró en el antiguo Jardín de San Esteban. Esta iniciativa fue el germen de lo que pronto se consolidó como la Semana de la Ciencia y la Tecnología que anualmente organiza la Fundación Séneca, y en la que la Academia participa asiduamente.
A sabiendas de que su presencia en los medios era esencial, eligió La Verdad, como el diario regional de mayor tirada, y con acreditada presencia en las comunidades vecinas, para disponer de un espacio permanente. Y así se inició, el 7 de septiembre de 2002, la colaboración semanal titulada La Columna de la Academia, que muy pronto llegará a las 700 entregas y que ha tenido una gran aceptación más allá del ámbito regional.
El abanico de actividades de la Academia es amplio, variado y abierto a todo tipo de público. Nuestras conferencias en el Aula de Cultura de la Fundación Cajamurcia se han convertido en un referente de la cultura regional, ya para el ingreso de nuevos miembros, ya para explicar el más reciente descubrimiento científico, ya para otorgar premios a jóvenes promesas, pues, en efecto, la Academia tiene especial preferencia por los jóvenes preuniversitarios. Tal es así, que su participación es esencial en los premios IDIES (Investigación y Desarrollo en Institutos de Educación Secundaria).
Muchas más actividades jalonan estos 18 años, tales como la edición de libros o la colaboración con actividades de divulgación ajenas a la Academia, sin olvidar la incorporación como académicos de honor de científicos de la talla de Ignacio Cirac, Rafael Rebolo o Antonio Córdoba. Todo ello ha sido excepcionalmente valorado por el Instituto de España, quien recientemente ha admitido a la Academia entre sus asociados. Una mayoría de edad repleta de éxitos para uso y disfrute de la sociedad murciana.