Columnas
Uno de los temas de mayor actualidad, implicando Ingeniería y Medicina, hace referencia a las discapacidades cognitivas de las personas mayores, es decir, aquellas que implican acciones propias de la actividad cerebral ligadas a la memoria, capacidad de pensamiento y coordinación mental motora. Se trata de un tema de preocupación sanitaria a nivel mundial muy impactante en las sociedades desarrolladas. A medida que aumenta la población mayor de 75 años, la disfunción neurocognitiva será una carga cada vez más importante para las economías de los estados. Ante esta realidad, Japón, Estados Unidos y la Unión Europea, están dedicando importantes recursos económicos en investigación sobre el tema. Se trata de determinar los motivos básicos del deterioro de la capacidad cerebral, tanto de memoria como de movimiento con la edad, así como idear nuevos procedimientos para mantener y potenciar dichos procesos cognitivos. El objetivo a largo plazo es reducir la carga que supone el declive cognitivo de la población en la tercera edad, identificando los lentos procesos neurodegenerativos que lo provocan, para así diseñar las eventuales estrategias terapéuticas y crear los dispositivos de índole diversa que faciliten la tarea de monitorización autónoma del mayor, permitiéndole un desarrollo normal en su vida cotidiana. En este contexto, los equipos de investigación NECEX y NEUROCOR, de las universidades de Murcia y Politécnica de Cartagena, respectivamente, especializados en neurociencia el primero y en robótica avanzada el segundo, están trabajando conjuntamente en estos temas con dos objetivo coincidentes. El primero aborda la “Identificación y seguimiento de los correlatos electrofisiológicos de la memoria y de las funciones ejecutivas en el envejecimiento normal”. Para ello emplea electroencefalografía (EEG) de alta densidad para identificar y seguir correlatos electrofisiológicos o marcadores del rendimiento del individuo cuando se ejecutan tareas que ponen a prueba los procesos de codificación y recuperación o que aíslan funciones ejecutivas tales como cambio entre tareas o planificación de las mismas. El segundo equipo se encarga del desarrollo de una “Prótesis neurocognitiva inteligente para la tercera edad”, consistente en una neuroprótesis no invasiva y adaptativa, portátil e inalámbrica, para monitorizar, potenciar o mantener, el funcionamiento cognitivo de personas mayores, extensible a sujetos con discapacidad neurológica. Esta prótesis, adecuadamente presentada como prenda inteligente, albergará los sensores EEG capaces de conectarse inalámbricamente a una estación fija almacenando los distintos modelos y algoritmos neurológicos asociados con estados internos tanto cognitivos como motores. El trabajo se encuentra en sus albores, pero las perspectivas se presumen apasionantes.