Pensándolo bien...

null FOMENTANDO LA REFLEXIÓN

La pretensión, de siempre, ha sido construir máquinas que, a imagen y semejanza del hombre, desarrollen tareas cada vez más especializadas. En el pasado se trataba de imitaciones burdas, con poco alcance. El lenguaje de inteligencia artificial (IA), más antiguo en pie, data de los años cincuenta del siglo pasado. Una vez disponible Internet, se dispone no solo de la herramienta, sino de los suficientes datos como para entrenar los sistemas que se iniciaron como expertos y se han mejorado para responder certeramente con todo lo aprendido en más de sesenta años de trabajo e investigación.

Si nos sumergimos en el mundo de los desarrollos de IA, contabilizaremos más de doscientos de muy altas prestaciones. Todos tienen en común que tratan muy profesionalmente el lenguaje natural, buena parte de ellos escriben correctamente, en cualquier idioma, pretenden ayudar a los escritores a soslayar los bloqueos, propios de la actividad. Unos emplean modelos ya entrenados, otros desarrollan los modelos a medida, otros emplean la voz y un largo etcétera. El mundo de las finanzas, el de la empresa, las agencias de contratación y, en general, los negocios, ha sido objeto de atención preferente, sin más, porque ofrecen atractivos para simplificar, en todos los órdenes, el trabajo y el coste. La canción es conocida. Entre otros: inConcert Conversational Bot, Writesonic, Jasper, Google Cloud, ArcGIS  SisenseDatadog, DoceboDeepL Pro, son algunos de los mejor calificados

Vamos a prestar atención a uno de ellos, Chat GPT (transformador generativo preentrenado), un modelo de “deep learning” (aprendizaje profundo), que emplea algoritmos capaces de reconocer patrones en los datos y tiene capacidad de aprender mediante ejemplos. Así pues, se considera como una red neuronal artificial con memoria a largo plazo. Es un modelo de procesamiento del lenguaje, de propósito general, que no fue entrenado explícitamente para ningún tipo de tarea de procesamiento del lenguaje, por tanto, cualquier caso de procesamiento del lenguaje natural es admisible. La versión de GPT 3, está preentrenado empleando cinco conjuntos de datos: Common Crawl (petabytes de datos de páginas web, recopilados durante ocho años, según sus creadores), WebText2 (un corpus interno de la empresa creadora, OpenAI, empleando “web scraping” de alta calidad, que es una técnica que emplea programas para extraer información de sitios web, lo que se materializa simulando navegación de un humano en Internet ya sea utilizando el protocolo HTTP manualmente, o incrustando un navegador en una aplicación. También emplea Books1 & Books2, que son colecciones de textos de decenas de miles de libros sobre los temas más diversos y, como no, Wikipedia  que incluye 6.358.805 artículos en inglés y 1 839 528 artículos, anexos y categorías en español. Diariamente, se crean más de 400 artículos, lo que hace un total de alrededor de 12 000 cada mes. La base de datos que contiene la última versión de todos y cada uno de ellos, ocupa en torno a los 3 gibibytes sin comprimir. Este corpus incluye en total casi mil millones de palabras, por lo que el GPT-3 puede realizar en su aplicación gran cantidad de tareas en lenguaje natural sin necesidad de extensiones.

Una nueva herramienta potencial para la formación, que bien pudiera emplearse como entrenador, soporte de consulta e introductor de conocimientos, a poco que se emplee con estrategias apropiadas para aportar rendimiento formativo. No es la primera vez que nos enfrentamos a herramientas de este estilo. En la década de los sesenta el proyecto PLATO de Control Data, pretendió introducir la enseñanza asistida por ordenador, sin éxito, pese a la enorme envergadura e inversión que realizaron. No se disponía ni siquiera de pantallas de ordenador, con lo que el proceso era muy dificultoso. En los años ochenta, la enseñanza asistida por ordenador, el “drill and practice”, la simulación y los juegos, fueron herramientas educativas de primer nivel. Nunca se dispuso de suficientes herramientas para que su uso fuera generalizado. Ahora, con el cuerpo de conocimiento que aporta una herramienta como CHAT GPT, la asistencia al aprendizaje puede considerarse que va adquiriendo el nivel deseado.

En tiempo pasado, ya se concluía que la estrategia para el uso de medios individualizados y automáticos era determinante. Utilizar el ordenador en la enseñanza, sustituyendo los métodos convencionales, lo único que garantizaba era que resultaba más caro, sin necesariamente obtener mejores resultados, Vuelve a repetirse la jugada. Si se piden redacciones a los alumnos y tienen la opción de usar Chat GPT, sin más, simplemente contestarán con facilidad, copiando directamente las respuestas de Chat GPT. Las alertas que se formulan hoy advirtiendo de ésto son muy similares a las que se daban en los años ochenta en el primer escenario de aproximación de los ordenadores a los sistemas educativos. Nada nuevo. Como entonces, se hizo bien poco para establecer estrategias diferentes a las usuales, convencionales,  al ahora poder estar  determinadas por la inclusión del ordenador en el proceso, poco se avanzó entonces, que no fuera el concurso de las máquinas para calcular y poco más. Poco se desarrollaron las metodologías para implementar simuladores que con su construcción los alumnos tuvieran que conocer la intimidad de los procesos que tenían que diseñar. La escasa preparación del profesorado en ello, contribuyó a descartar usos ventajosos de las tecnologías. Prácticamente, todo el mundo se limitó a ser usuario.

Ahora, una herramienta como Chat GPT, se puede usar por los alumnos para resolver dudas, incentivar la indagación a partir de las respuestas, incluso a entrenarse en las respuestas de potenciales exámenes.  Un profesor puede emplearlo en el nivel de planificación de las clases o intentar exámenes y generar casos prácticos a desarrollar en el aula. El uso es determinante, como siempre. Al igual que en otro tiempo, hay ámbitos inmovilistas que rechazan su uso. De nuevo puede que no seamos capaces de ver que el futuro de los actuales jóvenes es otro diferente del que hemos vivido los que vamos delante.

Los norteamericanos, algunos, en realidad unos pocos, que alientan que se busquen formas y maneras de soslayar la tecnología, hoy focalizan inteligencia artificial y andan impulsado que se desarrollen programas para detectar el uso de Chat GPT, como ha difundido la prensa hace bien poco. Por un lado, es una propaganda gratuita que reconoce la calidad de la herramienta al convertirla en temible. Si es preciso desarrollar una herramienta para detectar su uso, es que potencialmente tiene nivel como para preocupar. O en realidad para ocupar a los que sitúan la formación y el aprendizaje en el horizonte de sus objetivos.

Hace tiempo que estudio Chat GPT y algunas conclusiones me parecen de interés. Asumiendo el uso de la herramienta, se puede minimizar, en gran medida, elaborar texto sin esfuerzo. Si se incorporan las capturas del proceso seguido, obligadamente, deja de existir la ventaja oculta de su uso. Redactar textos usando Chat GPT requiere familiarizarse con los comandos para obtener resultado óptimo. Con los textos encontrados, hay que inducir la labor de la verificación y la investigación, de forma que se amplíen y profundicen en los conocimientos nuevos que se incorporan. Naturalmente, que no se trata de hacer lo mismo que se hacía antes sin la herramienta. Es que se trata de otro mundo, otro nivel, otra exigencia, otro estado de información. Ahora, el profesor debe estar a la altura de las circunstancias que le obliga la herramienta. Consultar, buscar, preguntar, es lo propio cuando se dispone de datos como ocurre en la actualidad. Es preciso capacitar a los jóvenes para que manejen los comandos y las formas y maneras de obtener las respuestas apropiadas. La fase posterior de apropiación del texto, verificación, investigación, ampliación y profundización se evidencian aportando las capturas y las preguntas formuladas con la respuesta de Chat GPT y aportar el texto que se haya completado. Se fomenta la verificación y la profundización, que es una faceta imprescindible para la interiorización de los conocimientos.

Pero, como siempre, no solo aprende el alumno, los docentes pueden aprovechar el viaje. La interrogación a Chat GPT puede sugerirnos analogías para introducir los conocimientos, ejemplos para suavizar aspectos complicados, planificar simulaciones o indicar ejemplos o las formas apropiadas para introducir un concepto, dadas las características del caso. El profesor conoce el entorno educativo en el que se mueve, objetivo y subjetivo de sus alumnos y de cada uno de ellos. Las preguntas se pueden acomodar al ámbito personal de cada uno de ellos. El entrenamiento en el uso de la herramienta deberá capacitar a cada uno para formular las preguntas adecuadas.

Una herramienta como Chat GPT permite diseñar mecanismos para tomar decisiones, itinerarios de interrogantes que se pueden analizar colectivamente para identificar la mejor forma de actuar, la mejor estrategia para resolver un problema. Tomar decisiones en cualquier ámbito disciplinar es una tarea de primer nivel; tanto en disciplinas teóricas para obtener las soluciones óptimas, como en ámbitos conductuales en que las consecuencias pueden tener mucha importancia. Las afirmaciones se pueden contrastar con las respuestas de Chat GPT e ir perfilando el itinerario de resolución del problema. Las capacidades de cálculo de Chat GPT permiten acometer cuestiones cuantitativas de cualquier envergadura, sin limitaciones restrictivas.

Evidentemente, la herramienta se presta a la realización de exámenes. Como docente podemos ensayar previamente que tipo de preguntas hay que incluir preguntando a la herramienta que nos sugiera interrogantes o facetas de interés. Probablemente el mejor examen consiste en pedir al alumno que formule él las preguntas. Es una forma directa de deducir sus conocimientos, su capacidad para identificar los aspectos de interés, su astucia para detectar los aspectos importantes. Dado que la capacidad de búsqueda de materiales no está limitada en Chat GPT, se pueden buscar con antelación los materiales de interés para reflexionar o inducir la reflexión sobre aspectos de interés.

Chat GPT no reduce nada, sino que asiste, complementa, potencia aspectos, soslayando la búsqueda sin capacidad de discriminación por la red, que no garantiza que se identifiquen los aspectos de interés. No se puede adscribir a herramientas como Chat GPT fomentar un entorno más desentendido con el trabajo y mermado de capacidades formativas, sino, al contrario, una herramienta con posibilidades reales de fomentar el análisis, la interpretación y la validación de los conocimientos. Son habilidades deseadas y que se antoja que en este tiempo son imprescindibles. La clave, como tantas otras veces, radica en los profesionales y la exigencia de que preparen a los jóvenes para los retos actuales y futuros.