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Que usted nunca haya visto un microbio es normal, pues son invisibles a simple vista. Pero existen. Nuestro propio cuerpo contiene más células microbianas que propiamente humanas, y en una sola gota de agua puede haber millones de bacterias. El tamaño de los microorganismos se mide en micras y una micra es la millonésima parte de un metro, es decir, la milésima de un milímetro. Los virus son aún más pequeños y su tamaño se suele medir en milimicras. Una milimicra es la milésima parte de una micra, la millonésima parte de un milímetro o la milmillonésima parte de un metro. Para tener una idea del tamaño comparativo de los microbios hay que considerar que para que una bacteria alcanzase el tamaño de un hombre, el hombre debería alargarse hasta tener los pies en Murcia y la cabeza en Berlín.
Aunque no los veamos, estos diminutos seres son los elementos genéticos más abundantes en la naturaleza. En frase de Pasteur, lo infinitamente pequeño es infinitamente grande. Como son las entidades biológicas más antiguas, y a la vez las más distribuidas actualmente en el planeta, deben tener alguna importante ventaja evolutiva que explique su dilatada permanencia y su enorme difusión.
Una notable ventaja reside precisamente en su pequeño tamaño. Para demostrarlo, imaginemos una especie de microbio con forma de esfera y recordemos la fórmula de la superficie de una esfera («cuatro por pi por radio al cuadrado») y la fórmula del volumen de una esfera («cuatro tercios de pi por el radio al cubo»). Dividamos luego la primera por la segunda y, tras las correspondientes simplificaciones, veremos que la relación existente entre la superficie y el volumen es igual a 3/r, lo que significa que dicha relación S/V es inversamente proporcional al radio. En otras palabras, y en términos matemáticos muy simples, esto indica que, cuanto menor es la figura, mayor es la superficie relativa respecto al volumen que encierra. La superficie es la zona mediante la cual las entidades biológicas interaccionan con el medio ambiente, y de donde adquieren nutrientes y fuentes energéticas para su metabolismo. Por eso, el intercambio de todos estos factores será mayor por unidad de volumen cuanto más pequeño sea el tamaño de la entidad. De hecho, los microbios se multiplican más eficazmente y con mayor velocidad de crecimiento que otros seres vivos. En resumen, el tamaño importa, y para la vida cuanto más pequeño mejor.