Columnas
Por Pedro Molina Buendía, académico numerario
En ningún lugar de la Tierra existe una diversidad biológica tan grande como en los océanos, por lo que el mar representa una fuente de información genética única y ofrece la mayor parte de los recursos biológicos del planeta, con una distribución diversa que va desde mares polares a –2ºC a las grandes presiones de los fondos oceánicos. Los macro- y microorganismos marinos, especialmente algas, esponjas y hongos, producen una increíble diversidad de metabolítos secundarios. Muchos organismos marinos son sésiles y deben emplear métodos sofisticados para competir por un lugar donde asentarse. Esta característica se refleja en un metabolismo que produce una gran diversidad de compuestos bioactivos, muchos de ellos sin parangón en el ámbito terrestre.
Una especie individual contiene mas de 1000 entidades química únicas
y la explicación que justifica esta diversidad química es que los organismos marinos necesitan sobrevivir en un medio muy competitivo, por lo que han tenido que desarrollar mecanismos bioquímicos y fisiológicos que les permite producir compuestos bioactivos para múltiples propósitos, tales como protegerse de enfermedades, depredadores ó para otras funciones como la reproducción y la comunicación. Por otra parte, la biosíntesis de metabolitos secundarios puede estar influencia por factores externos tales como las condiciones ambientales predominantes: presencia de depredadores, infecciones, temperatura del agua, profundidad y niveles de nutrientes. Debido a estos parámetros cambiantes, el contenido químico de las especies marinas a menudo varia, dependiendo de cuando y donde son recolectadas.
En consecuencia, la combinación de la biodiversidad y diversidad estructural de los metabolitos secundarios hace que el medio marino sea una fuente inestimable para la búsqueda de nuevas sustancias de interés farmacológico.
En el año 2000 apareció un excelente libro titulado “ Drogas del mar “ en donde se recogen una serie de compuestos que presentan una interesante actividad antitumoral y antiinflamatoria, aislados de organismos marinos. El número de productos quimicos que se describen en este libro debe de aumentarse ya que se conoce que parte de los productos de interés farmacológico aislados a partir de plantas e invertebrados marinos pueden tener su origen en microorganismos asociados a los organismos seleccionados. Esto comporta una doble ventaja, por una parte el daño que se causa al entorno en la toma de muestras es mínimo, por otro lado, caso de que la molécula seleccionada sea difícil de sintetizar en el laboratorio, se podrá acceder a ella en cantidades necesarias para su comercialización mediante procesos de fermentación.