Artículos Académicos
La econofísica es la disciplina que aplica las leyes de la física estadística a los procesos económicos y financieros. La física estadística ha estudiado con éxito, durante más de un siglo, las fluctuaciones de diversas magnitudes en sistemas complejos y es natural tratar de extender sus resultados al mundo de la economía, que es también un sistema complejo en el que las magnitudes fluctúan apreciablemente. Existe una marcada analogía entre las transiciones de fase del mundo físico, tales como el cambio de hielo a agua, y las crisis financieras del mundo económico. En ambos casos las fluctuaciones son tremendamente importantes. Hasta hace poco se pensaba que las fluctuaciones de los mercados financieros eran relativamente pequeñas, con la posibilidad rara de desviaciones grandes que no seguían una ley general. Recientemente, un equipo de la universidad de Boston ha analizado 200 millones de transacciones y ha comprobado que siguen una ley de potencias con un exponente de -4. Ello implica que las fluctuaciones grandes no son tan improbables como se pensaba y que siguen bastante bien una ley estadística. Las fluctuaciones que han originado la crisis actual o las que dieron lugar a la de 1929 se ajustan bien a dicha ley. No se sabe en absoluto cómo explicar esta ley empírica, pero ello no debería ser un inconveniente para que sirviera para evaluar adecuadamente la probabilidad de un determinado riesgo y poder tomar así las medidas necesarias que minimicen sus efectos negativos. Estaríamos ante una situación similar a la de los terremotos. No sabemos cuándo van a ocurrir, pero sabemos la probabilidad de que haya uno de una determinada magnitud y en consecuencia construimos los edificios con las medidas adecuadas, de manera que haya un equilibrio entre costes y beneficios. La analogía entre crisis económicas y transiciones de fase también nos puede servir para aplicar la intuición desarrollada en el estudio de los sistemas físicos a los económicos. Según esta intuición, la globalización, con sus interacciones a gran escala, puede haber facilitado las fluctuaciones grandes y, en consecuencia, la aparición de una crisis tremenda. Lo mismo es posible que haya ocurrido con los acuerdos y actuaciones conjuntas de los líderes mundiales, que se suelen interpretar como un signo de fortaleza, pero que podrían contribuir a la inestabilidad del sistema al acentuar las fluctuaciones. Esto no significa que la coordinación sea negativa, pero sí que es necesario ser consciente de este tipo de efecto rebote en situaciones críticas.