Pensándolo bien...

null DIGITALIZANDO LA QUÍMICA

No necesariamente es una denominación acertada, pero intenta ser comprehensiva. Todas las tecnologías, de una forma u otra, inciden en las áreas científicas, tecnológicas y, en general en cualquier aspecto de nuestras vidas. Bien es verdad que innovar lo logra lo que la sociedad designa, tras evidenciar que supone un avance significativo en la línea de progreso y bienestar; mientras se da, tienen lugar las ocurrencias, ideas, inventos, prototipos, desarrollos, dispositivos y herramientas, que se suceden en una secuencia que no admite, casi nunca, tramos de recorrido en paralelo, sino que la secuencia impone una cadena a cumplir progresivamente. El seguidismo de las rotulaciones foráneas, ha popularizado el término innovación, que se aplica, incluso antes de que se dé la ocurrencia, independientemente de que alguna vez llegará o no a ser una realidad que la sociedad incorpore en su seno.

Ahora, estamos atravesando un momento en el que inciden con cierta virulencia tecnologías como la Inteligencia artificial, las grandes bases de datos, la robótica, la realidad virtual o la aumentada y la cadena de bloques que afectan de forma directa no solo a las disciplinas en las que se basan los desarrollos tecnológicos, sino directamente en la propia industria que se ve sometida a una transformación de calado. El Internet de las cosas, los gemelos digitales y cualquier otra versión de las aplicaciones contemporáneas afectan, también, al ámbito químico. El Consejo Europeo de la Industria química ha reflexionado sobre esta cuestión y ha plasmado en un informe las conclusiones. Es digno de destacar que es el primer informe que perfila cómo se emplean las tecnologías en el sector químico y como conviene emplearlos para que la producción química sea más sostenible. El propio título del estudio “Tecnologías digitales para la sostenibilidad en la industria química europea”, ya lo indica de forma explícita.

Si hay algo que homogeneiza todos los sectores de actividad en relación con las nuevas tecnologías es que siempre operan primero y después se reflexiona y mucho después se legisla. Debiera ser al revés, pero es un estigma que no encuentra talento suficiente para invertirlo, nunca. No se puede hoy afirmar que la digitalización en el ámbito de la Química, sea algo nuevo. Podemos encontrar múltiples aplicaciones. Otra cosa es que, la introducción de tecnología en cualquier ámbito, haya implicado mejorar la sostenibilidad de la actividad. El informe llama la atención sobre ello y recomienda que hay que trabajar, codo con codo, con las administraciones para que, la aplicación de las tecnologías de la digitalización, constituya una oportunidad para mejorar estos aspectos.

Se reconocen cinco apartados en los que las tecnologías digitales pueden contribuir de forma positiva en la industria química de la Unión Europea:

  1. diseño de procesos y producción para objetivos climáticos y de circularidad,

  2. evaluación de la sostenibilidad,

  3. posibilitar la circularidad de materiales y productos químicos mediante el seguimiento y la localización

  4. diseño de productos sostenibles, y

  5. logística y distribución seguras y eficientes.


La incidencia de estos aspectos no solo afecta a la industria química primaria, sino que afecta a las industrias derivadas. Induce la colaboración como fórmula de potenciar la digitalización. Por otro lado, hay que reconocer la exigencia de disponibilidad de datos, la interoperabilidad, la normalización y la ciberseguridad, que restringen el avance de la digitalización al suponer dificultades añadidas. Tampoco quedan fuera otras limitaciones derivadas de los costes financieros, la escasez de competencias digitales en la población susceptible de empleo en determinados niveles y ocupaciones y los problemas organizativos derivados. No cabe duda que el marco liberal de viejo y nuevo cuño, en el que desenvuelve actualmente el mundo económico, implica pocas soluciones, salvo para unos cuantos que disponen, desde la autoridad financiera, el curso de los acontecimientos. El resto de humanos, nos beneficiamos, algunos muy lateralmente y otros desde el papel de víctima que tienen asignado.

Se impone una alfabetización digital que logre desarrollar ciudadanos ilustrados digitalmente para poder quedar situados en una sociedad en la que es necesario participar y no solo ser espectadores de cuanto ocurre. Ciudadanos alfabetizados que conozcan y estén advertidos de lo que usan, qué ventajas, inconvenientes y alternativas permiten optimizar su uso. Son retos que tenemos que concienciarnos que nos corresponden a los ciudadanos de un universo digitalizado que no puede ser esclavo de algoritmos interesados, desarrollados solamente desde el interés económico de unos pocos.

Como retos de la implantación de la tecnología digital en la industria química concretamos que la digitalización de la industria química puede aportar beneficios significativos, como una mayor eficiencia, mejores análisis de datos y una producción más sostenible. No obstante, no está exenta de desafíos. Algunos de los principales retos, desde la propia Inteligencia Artificial son:

  1. Integración de sistemas: Muchas empresas químicas tienen sistemas de producción y de gestión de la información ya establecidos. Integrar nueva tecnología digital con estos sistemas puede ser un desafío técnico y logístico.

  2. Seguridad de la Información: Con la creciente digitalización se suscita el aumento de los riesgos de ciberseguridad. La industria química, como muchas otras industrias, necesita asegurarse de que sus sistemas digitales sean seguros para protegerse contra posibles ciberataques.

  3. Formación y desarrollo de habilidades: Muchos trabajadores de la industria química pueden no tener las habilidades necesarias para utilizar la nueva tecnología digital. Las empresas pueden necesitar invertir en formación para asegurarse de que su personal puede utilizar eficazmente estas nuevas herramientas.

  4. Adaptación a nuevas regulaciones: A medida que aumenta la digitalización, también lo hace la regulación en torno a ella. Las empresas químicas tendrán que adaptarse a estas nuevas regulaciones, lo que podría requerir cambios significativos en sus operaciones.

  5. Cambio cultural: La digitalización puede requerir un cambio en la cultura de la empresa. Los trabajadores y los gestores pueden tener que adaptarse a nuevas formas de trabajar y a nuevas mentalidades.

  6. Inversión: La implementación de nueva tecnología digital puede ser costosa. Las empresas químicas tendrán que considerar cuidadosamente el retorno de la inversión antes de embarcarse en proyectos de digitalización.

  7. Interoperabilidad: Con la adopción de diversas tecnologías digitales, asegurar la interoperabilidad entre diferentes sistemas y herramientas puede ser un desafío.

  8. Adaptación a la IA y el Aprendizaje de las máquinas: Estas tecnologías tienen un gran potencial para mejorar la eficiencia y la toma de decisiones en la industria química, pero su implementación puede ser compleja y requiere un entendimiento profundo de cómo estas tecnologías pueden y deben ser utilizadas.

  9. Sostenibilidad: A medida que la industria química se digitaliza, también debe considerar cómo puede utilizar la tecnología digital para producir de manera más sostenible y reducir su impacto medioambiental.


En general, la digitalización de la industria química presenta tanto oportunidades como desafíos. Sin embargo, con la planificación y la inversión adecuadas, las empresas pueden superar estos desafíos y aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece la tecnología digital.