Artículos Académicos
En 1998 se aislaron las primeras células madre de origen humano; las de ratón se habían obtenido ya en 1981. Pocos podían imaginar que veinticinco años más tarde las células embrionarias fueran objeto de intensa investigación y acalorados debates políticos, mediáticos y éticos. Con estas pocas líneas intento aclarar algunos puntos sobre la investigación en este ámbito. Poco después de la fertilización, a los tres-cuatro días en ratón, y cinco-seis en humanos, el embrión primitivo (blastocito) consta de un conjunto de células indiferenciadas rodeado por una capa externa. Con el desarrollo, estas primeras células se dividen y diferencian hasta completar la diversidad de células que hay en un embrión propiamente dicho. Dichas células indiferenciadas son totipotenciales, porque poseen la capacidad de generar toda la variedad de tipos celulares (más de 200) que componen un organismo adulto. El uso eventual de las células madre en medicina regenerativa pasa por mantenerlas en condiciones tales que sobrevivan y se multipliquen. Todo ello sin que pierdan su capacidad para convertirse en diversas clases de células y sin que aparezcan aberraciones cromosómicas que impedirían su aplicación terapéutica. Los trabajos actuales pretenden averiguar cómo las células madre conservan la potencialidad y, por razones éticas, se desarrollan principalmente en células embrionarias de ratón. El mantenimiento de la totipotencialidad depende de señales celulares externas e internas. Así, varias citoquinas extracelulares actúan de modo concertado para detener la diferenciación de las células, cosa que inexorablemente ocurre en su ausencia. Con células embrionarias humanas se observa que tras varias divisiones aparecen duplicaciones en los cromosomas 12 y 17. Ello sugiere que ahí residen genes implicados en la supervivencia o generación de células hijas con la misma potencialidad que la precursora. En cuanto a las señales internas, el factor de transcripción Oct4 se expresa en células embrionarias de ratón y humanas indiferenciadas pero no cuando se diferencian. Además, el nivel de expresión de Oct4 decide la conversión de la célula en elemento del mesodermo o del endodermo. El factor Nanog sólo se expresa en células embrionarias y el bloqueo de su producción hace que se diferencien en células del mesodermo. El conocimiento de los requisitos para mantener y multiplicar las células, sin que pierdan su potencialidad, y de las condiciones para que se diferencien en tipos celulares concretos permitirá usarlas en el tratamiento de diversas enfermedades, una estrategia en la que se han depositado grandes esperanzas.