Columnas

null Antonio Córdoba, Académico de Honor

El próximo jueves 17 de noviembre, el matemático Antonio Córdoba Barba será investido Académico de Honor de la Academia de Ciencias de la Región de Murcia. Este insigne murciano, catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid y Premio Nacional de Investigación “Julio Rey Pastor”, en el área de Matemáticas y Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, recibirá un merecido homenaje de la tierra que lo vio nacer. Veamos, pues, cuáles son los méritos que han conducido a este reconocimiento.

El Dr. Córdoba es, ante todo, un sobresaliente investigador. Aunque le han interesado problemas de áreas tan distintas como son la Teoría de los Números, la Geometría de las Superficies Mínimas, la Mecánica de Fluidos o la estructura de la materia a partir de los primeros principios de la Mecánica Cuántica, por formación y dedicación se considera mayormente un analista, con especial predilección por el Análisis Armónico. Para entender esta disciplina él nos señala un acontecimiento crucial, cual fue la presentación realizada por Joseph Fourier a la Academia Francesa de Ciencias, en el año 1807, de una memoria acerca de la propagación del calor. Su importancia radicó no solo en las aplicaciones, sino también en la universalidad del método empleado, basado en la hipótesis de que una función periódica podía ser expresada por medio de una serie trigonométrica, una combinación lineal de senos y cosenos de distintas frecuencias.

El método de Fourier permitió tratar de forma sistemática otras ecuaciones de la Física Matemática de su tiempo, y hoy sabemos que está en el núcleo de las ecuaciones que gobiernan el sonido, la luz y el calor. Por tanto, no debe resultar extraño que el Análisis Armónico aparezca frecuentemente en los modelos matemáticos de la ciencia. Es en esta parcela donde el Dr. Córdoba empezó a descollar cuando resolvió la conjetura de Zygmund, un problema que se había resistido a sus maestros y que se publicó en Annals of Mathematics, una revista emblemática. Éxito que le abrió las puertas de la Universidad de Princeton.

Desde entonces y hasta hoy, un centenar de publicaciones, en las revistas matemáticas más relevantes, jalonan toda una vida dedicada a enfrentarse y resolver problemas de los considerados en la frontera del conocimiento. Como formador de vocaciones, ha dirigido doce tesis doctorales. Y todo ello, acompañado de una excelente labor de difusión de la Matemática, y sus aplicaciones, a través de libros, seminarios y ciclos de conferencias. Este es nuestro nuevo académico.