Pensándolo bien...

null A CADA PASO UN PELIGRO

No salimos de nuestro asombro. Cuando parece que las preocupaciones ya están en su cauce, se conocen, se cumplan o no los compromisos, se sabe hacia y por dónde vamos, surgen las sorpresas que nos desvelan nuevos datos, nuevas medidas o simplemente, la toma en consideración de aspectos que anteriormente pasamos por alto.

Estamos constantemente a vueltas con las consecuencias del cambio climático, advirtiendo como, en la vida terrenal de una generación, se aprecian los efectos. La cuestión es que cuando ya parece que lo tenemos diagnosticado y asumida la gravedad del caso, surgen nuevos elementos que incrementan la preocupación de algunos, porque otros no parecen darle la importancia que merece.

El hexafluoruro de azufre (SF6) es un gas incoloro, inodoro, no inflamable y extremadamente potente como gas de efecto invernadero. Se ha utilizado ampliamente en diversas aplicaciones industriales, principalmente como un aislante eléctrico en equipos de conmutación de alta tensión. Sin embargo, su impacto ambiental, especialmente en relación con la atmósfera, es motivo de preocupación debido a sus propiedades y las reacciones químicas que puede desencadenar una vez liberado al medio ambiente.

El SF6 se destaca por su excelente capacidad de aislamiento eléctrico y alta estabilidad química. Estas propiedades lo hacen ideal para su uso en interruptores de circuito de alta tensión y en transformadores, donde previene arcos eléctricos y chispas. A pesar de estas aplicaciones útiles, el SF6 es un potente gas de efecto invernadero, con un potencial de calentamiento global, aproximadamente 24,300 veces mayor que el dióxido de carbono, CO2, en un horizonte de 100 años.

Lo encontramos en los equipos de conmutación de alta tensión, donde el SF6 se utiliza como aislante en interruptores de circuito, seccionadores, interruptores de puesta a tierra y otros equipos eléctricos de alta tensión. Su función principal es interrumpir o rápidamente corrientes eléctricas, protegiendo así el equipo. También se emplea en transformadores de aislamiento de gas, en los que se utiliza como medio de aislamiento entre los devanados eléctricos y el exterior, aumentando la eficiencia y seguridad del transformador, como aislante de ventanas de doble acristalamiento para mejorar su aislamiento térmico y acústico debido a su densidad y características de aislamiento térmico, en aceleradores de partículas el los que, debido a su capacidad para extinguir arcos eléctricos y como aislante, el SF6 se utiliza para prevenir descargas eléctricas no deseadas; en la producción de magnesio y algunas operaciones de fundición de aluminio, el SF6 se usa como agente de protección para prevenir la oxidación del metal fundido; el gas SF6 se ha utilizado en aplicaciones de ultrasonido, específicamente en la generación de burbujas de contraste, debido a su alta densidad y capacidad para reflejar el sonido y en aplicaciones médicas. Aunque su uso es limitado se emplea en aplicaciones en el campo médico, como en la realización de ciertos tipos de cirugías oculares para reparar el desprendimiento de retina, actuando como un tamponador temporal dentro del ojo.

 
 

Imagen creada con Chat GPT con DALL-E

La concentración de SF6 en la atmósfera ha estado aumentando, lo cual es preocupante debido a su largo tiempo de vida atmosférica, estimado en 3,200 años. Esto significa que una vez que el SF6 se libera a la atmósfera, permanece allí durante miles de años, contribuyendo al efecto invernadero y al calentamiento global. Aunque el SF6 es químicamente inerte y estable bajo condiciones normales, puede someterse a procesos fotoquímicos bajo la influencia de la radiación ultravioleta en la alta atmósfera. Estos procesos pueden producir una variedad de productos, incluyendo radicales sulfúricos y fluoruros, que pueden participar en reacciones complejas y afectar a otros componentes atmosféricos. Sin embargo, debido a su alta estabilidad, las tasas de estos procesos son generalmente bajas.

Dada la potente capacidad del SF6 para atrapar el calor y su larga vida atmosférica, se han realizado esfuerzos para reducir su uso y liberación. Esto incluye el desarrollo de tecnologías alternativas para aplicaciones eléctricas, prácticas de reciclaje y manejo cuidadoso para minimizar fugas durante la fabricación, instalación, mantenimiento y desmantelamiento de equipos que lo contienen.

El hexafluoruro de azufre es un ejemplo claro de cómo las propiedades que hacen a una sustancia útil en aplicaciones industriales y tecnológicas también pueden plantear riesgos significativos para el medio ambiente. Es crucial equilibrar estas aplicaciones con la necesidad de proteger la atmósfera y el clima de la Tierra. Las medidas para controlar y reducir las emisiones de SF6, junto con la búsqueda de alternativas más seguras, son pasos esenciales para mitigar su impacto ambiental.

A pesar de sus amplias aplicaciones, la utilización de SF6 enfrenta críticas crecientes debido a su potente efecto invernadero. Su liberación a la atmósfera, ya sea a través de fugas en el equipo o durante procesos de mantenimiento, contribuye significativamente al calentamiento global. Como resultado, existe un esfuerzo continuo por desarrollar alternativas más seguras y por mejorar las prácticas de manejo y reciclaje para minimizar las emisiones de este gas.

La noticia está en que observaciones atmosféricas en China muestran aumento de emisiones de un potente gas de efecto invernadero

A la sombra del objetivo del Acuerdo de París sobre “Cambio Climático” hay que limitar la temperatura media mundial en la superficie a 1,5 grados, por encima de los niveles de la época preindustrial y se requería que lo firmaran 196 países comprometiéndose a rebajar las emisiones de gases de efecto invernadero. La capacidad de incidencia de los distintos gases es diferente. Así, el metano tiene una capacidad de calentar la superficie de la Tierra que es 28 veces mayor que la del CO2, pero es que la del SF6 es 24.300 veces las del CO2, como informa el Sexto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).

Dadas sus aplicaciones, conforme aumenta la demanda mundial de energía eléctrica, se incrementa la concentración atmosférica de SF6. China es el país más poblado, en esa tesitura. En un programa conjunto del MIT, la Universidad de Bristol, la Universidad de Fudan y la de Pekin han determinado las emisiones totales de SF6 en China, concluyendo que se han duplicado con respecto a 2011, cuando ya eran el 34% de las emisiones globales. Algo realmente alarmante. La publicación de los datos en la revista Nature Communications, ha levando la preocupación y las advertencias para que se tomen medidas de mantenimiento que reduzcan las tasas de emisión y se sustituya el SF6 en las instalaciones de la red eléctrica. El Problema radica que las emisiones de SF6 pueden durar más de 1000 años en la atmósfera y, en todo caso, las previsiones radiactivas del planeta quedan severamente alteradas mucho más allá de las previsiones, los acuerdos y el marco temporal de las políticas climáticas actualmente en vigor. Es de obligado cumplimiento el que se adopten medidas para reducir, si no eliminar, las emisiones de SF6. Lo dicho, a cada paso un peligro y presumo que éste, no será el último.

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