Columnas
La Real Academia de Ciencias de Suecia ha otorgado el Nobel de Química 2013 al investigador austríaco Martin Karplus (Viena, 1930) (Universidad de Strasburgo/Harvard), el sudafricano Michael Levitt (Pretoria, 1927) (Universidad de Standford) y el israelí Arieh Warshel (Sde-Nahum, Israel, 1940) (Universidad de Southern California), por el desarrollo de modelos multi-escala de sistemas químicos complejos. Su mérito es que, ya en los años 70, sentaron las bases de los modelos que se emplean hoy, con el concurso de potentes ordenadores, para estudiar los complejos procesos químicos que conforman la vida real. Sus aportaciones han permitido que podamos estudiar teóricamente, predecir, por tanto, propiedades y dinámicas de los procesos complejos implicados en la vida. La Química Teórica y Computacional vuelve a estar de actualidad y la Química Física, también. Es ésta, una de las áreas más competitivas a nivel mundial, de entre todas las que forman el arco científico español. Los tres científicos son cercanos. Unos días antes de recibir el premio Nobel, y sin saberlo ni él mismo, un investigador de nuestro grupo en la Universidad de Murcia, mantenía un interesante debate en un Congreso europeo, en el que había coincidido con el Profesor Warshel. Sirva este fondo para, desde la actualidad de la noticia, aportar algo en la dirección de lo que la Química, como Ciencia quiere desvelar y que forma parte de su genuina identidad. Como apuntó Berthelot en 1860, a diferencia con las otras Ciencias (Física, Biología, Astronomía o Ciencias de la Tierra) la Química crea (sintetiza) sus objetos. No puede haber una Astronomía sintética, con otras leyes de gravedad, que pudieran mejorarla, por ejemplo. La Biología sintética está comenzando a emerger, aunque requiere a la Química con sus técnicas: síntesis de ADN y de proteínas. Desde la petroquímica, hasta la farmacología, pasando por la biotecnología o los chips de computador, encierran química en su intimidad. Los avances en la comprensión de los procesos biológicos de la esencia de la vida, descansan en la comprensión de procesos químicos. Son problemas moleculares. Los procesos de transducción corresponden a procesos químicos, como ciencia de la información molecular. La auto-organización, base de la explicación de la vida plantea interrogantes: ¿Cual es la base química de la vida, del pensamiento y de la memoria? ¿Cómo comenzó la vida en la Tierra y cómo pudo comenzar en otros mundos?