Columnas
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son un llamamiento universal a la acción para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y mejorar las vidas y las perspectivas de las personas en todo el mundo. En 2015, todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas aprobaron 17 Objetivos como parte de la Agenda 2030.
En los últimos meses me he visto involucrada en la organización de tres de los ODS de corte ambientalista y transversal en el proyecto de la Universidad de Murcia: i) ODS13. Acción por el Clima, ii) ODS14. Vida Submarina y iii) ODS15. Vida de Ecosistemas Terrestres. Siempre había pensado que la protección de la biodiversidad marina y terrestre y el cuidado de los ecosistemas eran de crucial importancia para asegurar la sostenibilidad de nuestro planeta y, por tanto, de nuestra existencia, al menos, tal y como la concebimos en la actualidad. Tras estos meses repletos de charlas y mesas redondas, en las que han participado científicos de diferentes áreas de conocimiento, distintos tipos de asociaciones, políticos, empleados públicos y empresarios, creo que tenemos las herramientas y el conocimiento suficiente como para abordar con éxito la tarea de prevenir el cambio global que se nos avecina, como consecuencia del cambio climático.
Vivimos en la zona de la Cuenca del Segura que, debido a su posición geográfica y al clima mediterráneo semiárido que disfruta, es muy vulnerable a los impactos del cambio climático. Por ello, nuestra preocupación debe ser aún mayor, ya que este impacto afectará en mayor medida a nuestro modelo socioeconómico.
Uno de los hechos que más me ha llamado la atención ha sido que una parte importante de la sociedad está deseosa de colaborar y participar en frenar el cambio climático y la pérdida de la biodiversidad y de los ecosistemas.
Hemos de desarrollar ideas o proyectos que generen solidaridad e ilusión para mejorar nuestro planeta: proyectos de concienciación ciudadana que fomenten la participación activa de las personas de todas las edades, así como proyectos de educación ambiental para edades en las que se desarrollen verdaderos activistas del cambio climático; editar catálogos con pequeñas acciones que se puedan desarrollar en cualquiera de nuestras actividades diarias y dar ejemplo en nuestro desempeño profesional y personal; concretar cursos y sesiones de información específicos para las empresas; generar grupos de trabajo voluntario.
Es una tarea de todos y para todos.