Artículos Académicos

null Fútbol y riesgo cardiovascular

Hace pocas semanas hemos vivido con intensidad la triunfante trayectoria de nuestra selección de fútbol en la Eurocopa 08. Es indudable que la victoria del campeonato ha traído momentos de euforia y alegría a cualquier rincón de España. Pero la emoción de los partidos ¿conlleva mayor riesgo de sufrir un evento cardiovascular como el infarto de miocardio? Parece que así es, según el estudio publicado hace unos meses en la prestigiosa revista The New England Journal of Medicine, en el que se recogían los episodios cardiovasculares sufridos por los habitantes del gran área de Munich, en Alemania, durante el campeonato del mundo de fútbol celebrado en 2006. El trabajo compara el número de eventos cardiovasculares que padecieron esos ciudadanos durante el periodo del campeonato en que jugaba su selección nacional, con los sufridos por el mismo segmento de población del 1 de mayo al 31 de julio de 2003 y 2005, años en los que no hubo mundial de fútbol. Los resultados arrojan un balance de más de cuatro mil alemanes que sufrieron un episodio cardiovascular durante el campeonato, con una incidencia 2,5 veces mayor que la obtenida en el periodo “control”, es decir durante los años sin campeonato. Es más, los días que jugaba el equipo alemán fueron los más “peligrosos”, especialmente durante las dos horas en que se disputaron los partidos. Y el riesgo en los hombres, como era previsible, fue claramente superior al de las mujeres. Parece, pues, que estamos ante una fehaciente demostración de incremento de riesgo cardiovascular inducido por aumento de la tensión emocional que desencadena el fútbol, un riesgo que se multiplica en las personas con antecedentes ya conocidos de enfermedad cardiovascular. Los datos de los investigadores alemanes suponen una seria llamada a que se tomen medidas preventivas en la población “sensible” a padecer complicaciones cardíacas, pero resolver este problema de salud con recomendaciones generales es complejo. Desconocemos lo que ha ocurrido en España durante esta Eurocopa tan significativa, y si el número de infartos se disparó por el estrés de los penaltis contra la escuadra italiana, pero es muy probable que la situación de los hinchas nacionales sea similar a la observada en la población alemana. Sin embargo, aun reconociendo el riesgo para la salud, no creo que los aficionados al fútbol con problemas coronarios asuman voluntariamente una medida drástica como la de privarse de momentos tan especiales ¿Estaríamos dispuestos a vivir con menos intensidad y dejar de disfrutar y/o sufrir los penaltis por temor a enfermar o morir? Me parece que no.